14. ¿Amar o no amar? He ahí el dilema

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2003

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2003

Como artista, Nathan nos consiguió boletos exclusivos para una exposición sin nombre. Estaba entusiasmada aunque no fuera la primera vez que iba a una, pero era la primera vez que llevaba a mis amigos conmigo, incluso si hacían malas bromas o se tomaban fotos graciosas. Eran el optimismo entre mi reciente seriedad y la de mi novio.

Como en un grupo escolar, esperamos a todos, los contamos y procedimos.

Nathan y yo nos separamos para ver la exposición, estábamos conscientes de que no era la gran cosa estar juntos todo el tiempo y necesitábamos espacio.

Yo me quedé junto a dos de mis amigas: Sam y Carol. A Sam ya la conocen. Carol es un poco introvertida y no salimos mucho, sin embargo, cuando lo hacemos, intento que sea lo mejor para ella.

—No entiendo sobre qué es esto —Sam se quedó mirando la primera escultura, que estaba al natural como en el renacimiento.

—Eh...—dije mientras abría el panfleto que nos habían dado— la comedia de Dante.

—¿Y se supone que estamos en el cielo? —Sam apunta a la escultura— ¿Cuál es la obsesión de los hombres con que las mujeres que representan a lo hermoso y virginal estén depiladas, perfectas y sean rubias de ojos azules?

—Lo sé —asiento violentamente dándole la razón— . Los ángeles ni siquiera tienen un género, y aún así, tenemos que soportar que estos masturbadores compulsivos se guíen de masturbadores compulsivos que vivieron años atrás.

—Ni lo digas —Carol rió— , sólo he visto una escultura de Afrodita realista.

—La estética nos ha condenado —Sam se queja.

—¿Quién dice que debamos hacerlo por obligación? A mí sólo me encanta la idea de tener joyas encima —Carol pone una mano en su pecho, donde tiene un hermoso collar.

—Yo sólo quiero estar desnuda —admito sin importarme quién escuche.

—Hermoso —escucho una voz sarcástica detrás de mí, al voltear me doy cuenta de que es Mark. Extiende un libro hacia mí, estaba sonriendo por mi desconcierto y la vergüenza que estaba exudando— . Tu novio me dijo que te diera esto.

—Gracias —recibo el libro confundida— , te lo agradezco mucho.

—Y esa escultura está basada en la novia de la artista, la escultora Lauren West —Mark apunta a la escultura que tanto estábamos criticando—. Así que están juzgando a una persona real —me guiñó— . Página cuatro, Win.

—Sostengan mi bolso mientras me derrito en mi vergüenza en el baño, ¿sí? —extendí mi bolso a Sam, ella lo toma confundida.

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