Lo va a saber

91 6 0
                                    

Habian pasado los dias, yo me habia repuesto un poco, aunque mi salud seguia delicada, todo debido a una pequeña infeccion que empezaba alojarse en el femur de mi pierna operada. Por eso sentia tanto dolor. La visita de Maria me habia desencadenado tal reacción a mi cuerpo por haber tenido las defensas tan bajas.

Seguia postrado en la cama con medicamentos y antibióticos.
Melisa me ayudaba con masajes y se habia mantenido tranquila hasta el momento, gracias a Dios. Pero yo no tenia vida pensando en aquel embarazo, en que en cualquier momento la noticia estallaria. La conciencia me seguia atormentando.

Daiana y yo no dormianos juntos, yo estaba muy delicado de salud. Ella habia tenido achaques de su embarazo y yo estaba y seguia sumido en mi maldita depresión.
En las noches, cuando estaba solo, lloraba mucho, la mente me traicionaba y mi conciencia me martirizaba. Si pudiera darle hacia atras al tiempo, pensaba una y otra vez.

Los dias pasaban, habia rebajado demasiado, pero el Doctor no queria operarme hasta que la infección cesara por completo, cosa que se atrasaba por mi estado de ánimo. Cerré los ojos y recordé cuando Daiana se habia enterado de que yo era su secuestrador, me dolia el alma pensar que yo volviera a causarle cualquier otro sufrimiento.

Escuché la puerta y abri los ojos, sintiendo como mi semblante cambiaba al verla entrar.

-Hola mi corazón, dime como estas hoy?

-Hola -dije besando sus labios suavemente.

-Parece que no ves a un barbero en años, tambien tienes la barba crecida -sonrió ella alborotando mi cabello.

Me hizo reir, la atraje hacia mi pecho, abrazándola.

-Porque no me ayudas a cortarlo un poco. -dije pasándo mi mano por el cabello, sonriendo como a ella le gustaba.

-Te arriesgarias Keinan?

-Si, me arriesgo -dije dándole un beso en sus labios.

A los pocos minutos regresaba con tijera en mano.

-Como quieres que lo corte? -dijo levantando mi barbilla.

-Hazlo como quieras bonita, pero hazlo bien -dije mirando lo hermosa que era.

-No te muevas si no quieres terminar sin un solo cabello -dijo dándome un regaño.

-No, tranquila -dije cerrando los ojos, esperando que ella terminara.

Luego de unos minutos, ya habia terminado, me pasé la mano como siempre hacia.

-Que hicistes?

-Me gusta asi, mirate -dijo dándome un espejo.

La verdad me veia mejor, ya no me caia el cabello en la cara.

-Te gusta?

-Si, ahora tu segunda tarea, vamos -dije dándole la rasuradora.

Me habia levantado el ánimo gracias a mi nueva imagen y se lo agradeci.

-Gracias Daiana, no se que haria sin ti.

-Te amo Keinan! -dijo besándo mis labios.

La puerta se abrio de golpe y el corazón me dio un vuelco, tragué saliva y cambié rápidamente la mirada, no sin antes darme cuenta del gesto de asombro que habia puesto ella, no se si por verme con Daiana o por mi cambio de imagen.

-Hola Melisa -dijo animada Daiana.

-Hola -contestó ella secamente.
-Señor Mendietta venia, venia a darle los masajes, pero veo que esta ocupado con su esposa -dijo mirándome sin pestañear.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora