Dios sacame de aqui

85 5 4
                                    

-Sácame de aquí, llévame a la casa, no quiero estar en este Hospital, llevo mucho tiempo postrado en esta cama. No voy a volver a caminar -dije dando golpes en el colchón.
-Dios sácame de aquí -gritaba desesperado.

Había perdido la paciencia, estaba alterado.

-Si no te calmas voy a llamar al médico -dijo Melisa muy molesta.

-Dejénme en paz, lo que quiero es morirme -apreté las sábanas con los puños, quería romperlo todo, estaba aborrecido y empezé a arrancarme las mangas del suero.

Ví a Jay acercarse aguantando fuerte mis manos, mientras Melisa salia por la puerta llamando al Doctor. Empezé a forcejear con mi amigo.

-Quítame las manos de encima -decia tratando de que me soltara, pero Jay me apretaba fuerte y yo estaba muy débil.
-no me toques -le decia.

-Pero te has vuelto loco? tranquilízate Keinan.

-Está aquí el Doctor. -dijo Melisa entrando rápidamente con dos enfermeros y el Doctor.

Ya sabía lo que iban a hacerme, traté de impedirlo, pero no podia. Me aguantaban con tanta fuerza, para que Melisa me inyectara algo. Empezé a marearme, veia nublado. Sentia mucha debilidad en mis brazos, en mi cuerpo, traté de abrir los ojos, pero no pude.

(Jay narra)

-Ya está dormido Doctor -decía Melisa tocándole la cara.

-Se pondrá bien? -le pregunté a ella.

Ella solo asintió.

***************

Pasaron dos meses....

Ya Keinan llevaba seis meses en el Hospital. Daiana había dado a luz una hermosa niña y Melisa estaba por hacerlo. Estaba de vacaciones por su maternidad.
Jay se había mantenido al lado de Keinan, intentado en más ocasiones que Daiana hablara con el, sin ningún resultado. Criss había ido a ver a Keinan en dos ocasiones al Hospital solo para martirizarlo mentalmente. 

************

-Entra, está dormido, si despierta, porfavor trata de que no se altere, el estado de el es delicado.

-Porque Doctor? no quedó bien de la operación?

-No podemos apresurarnos a decirlo Sra. Mendietta, hay que esperar a que él pueda levantarse, tener sus terapias,  por lo pronto no puede caminar, es normal.

Afirmé con la cabeza sin decir palabras, se me hizo un nudo en el pecho.  Mi corazón empezó a latir rápidamente y la respiración se me dificultó. Llevaba meses sin verlo, volví a detenerme frente a la puerta y respiré profundo. Tenía las piernas temblorosas y me decidí al fin a empujar suavemente aquella puerta.

-Keinan -dije con lágrimas en mi cara.

El corazón me palpitaba a gran velocidad, había tenido tanto miedo de verlo, de que ella estuviera a su lado, pero me había equivocado. Estaba dormido, se veía tranquilo, le había crecido tanto su cabello, su cara estaba sin razurar, se veía muy guapo, sentí un deseo por el que me atemorizó y tuve que tapar mi boca para ahogar el llanto.
Me acerqué sin hacer ruido.

-Keinan, estoy aquí -dije llorando sin que me escuchará.
-Porque me fallaste? -segui llorando sin dejar de mirarlo.

Sentía unas ganas incontrolables de tocarlo, y no pude evitarlo. Pasé mi mano por su cara, sintiendo el calor de su piel, de su barba sin razurar.

Lo sentí moverse y me quedé sin palabras, quitando mi mano rápidamente, caminé unos pasos, dándole la espalda, pero lo escuché toser y giré a mirarlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo sentí moverse y me quedé sin palabras, quitando mi mano rápidamente, caminé unos pasos, dándole la espalda, pero lo escuché toser y giré a mirarlo.

Mi corazón casi se detiene cuando mis ojos se encontraron con su mirada.
Me quedé paralizada, pero al parecer la reacción fue mutua, el también tardó en asimilar aquel momento.

No supe que hacer ni que decir, solo lo miré sintiendo el corazón palpitarme a gran velocidad. Caminé dos pasos hacia la puerta y fue cuando el reaccionó.

-Daiana -dijo con la voz quebrada. -no, no te vayas.

-Yo, yo solo, solo quería saber qué estabas bien, ya, ya me voy, me voy -dije corriendo a la puerta.

Lo escuché moverse y miré hacia atrás, estaba muy nerviosa.

-No lo estoy, Daiana porfavor, te lo imploro, no te vayas -dijo sin poder casi hablar.

Era evidente que no estaba bien, su voz era otra, el llanto no lo dejaba hablar, estaba desesperado, me miraba con suplica, con dolor. Queria salir corriendo, pero me detuve.

-Bonita porfavor, acércate, ven -dijo estrechando su mano.

Sentía mi cuerpo temblando, mis ojos se llenaron de lagrimas pero no me moví.

-No Keinan, solo vine a saber de tu salud, solo a eso -dije abriendo la puerta dispuesta a irme.

-Daiana, Daiana -grito tan fuerte que el corazón casi se me detiene.

-Basta Keinan -dije llorando sin poder evitarlo.

-No te vayas por Dios, déjame explicarte, he esperado tanto este momento, no te vayas. -imploró llorando.

-Que quieres de mí? -dije abatida

-Quiero tu perdón, te necesito a mi lado. -decia desesperado

No podía verlo así, me desgarraba el alma, pero tuve que ser bien fuerte para no dar marcha atrás.

-Ya es tarde para eso, debistes pensarlo antes. -dije dando la vuelta para irme.

-Es por Ryan, verdad? -dijo dejándome sin palabras.

Lo miré asombrada. Como era posible que me celará después de lo que me había hecho.

-Llevas todo este tiempo con el. -dijo con coraje.

-Cállate, eres el menos indicado en tener que preguntarme esas cosas, no quiero verte. -dije llorando

-Qué hago para que creas en mi arrepentimiento?

-Tu tiempo acabó Keinan -dije limpiándome las lagrimas.

-No me importa mi vida, porfavor no me dejes, no me abandones ahora. -decia desesperado.

-Ni siquiera has preguntado por Kenny, ni siquiera te has dado cuenta que he dado a luz, por Dios que te pasa? -dije sorprendida.

-No estoy dispuesto a perderte -dijo sin darle importancia a lo que le hablaba.

-Lo siento Keinan -dije saliendo por la puerta.

-Daiana, Daiana, Daiana......
-lo escuchaba gritar mi nombre mientras me alejaba.

Gritaba sin control, me puse la mano en el pecho y seguí caminando sin mirar atrás sintiendo que el corazón se me partia en pedazos.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora