Había pasado un mes desde mi intento con ella de verla sonreir, de haberle llevado un ramo de flores sin reacción alguna.
Decidí que tenía que darle un poco de espacio y tiempo, dejarla pensar. No iba a presionarla mas, por eso quedé con Jay en un acuerdo. El llevaria a Daiana a las citas médicas. Tambien la llevaria a sus mandados mientras yo me quedaria en casa. Asi ella no se sentiría tan presionada por mi. Queria que ella volviera a confiar en mi. Le había dejado un celular para que se comunicara con Jay.-Voy a cortar, estaba en cita, Jay ya viene por mi. Keinan me dejo este celular Ryan, si te llamé era para saber como estabas, que le dijeras a Criss que estoy bien, que me cuide mis hijos. Keinan me tiene muy bien vigilada. Jay ya viene, tengo que cortar Ryan, cuídate.
-Daiana -escuché del otro lado antes de que la llamada se cortará.
Jay se detuvo, yo entré al auto y el siguió la marcha. Me miro de reojos. Verlo a el era como ver a Keinan. Sentía tensión. Me sentía incómoda. El bebé me daba patadas sin cesar y tenía hambre, así que le dije a Jay que se detuviera en algún servicio de comida rápida. Me complació esperándome en el auto. Bajé a comprar comida y sentí el celular sonar.
-Que quieres? -dije al ver que era Keinan, no sin antes sentir mi corazón desbocarse.
-Saber como te fue en la cita, llegastes a casa Daiana?
-No Keinan, no se porque preguntas, si se perfectamente que ya sabes todas las respuestas, estoy bien, solo tengo hambre, Jay me espera en el auto, ya casi salgo.
Sentí silencio del otro lado y volví a hablar.
-Ya se lo que voy a tener! -dije cambiando el tema.
-Vamos te escucho -dijo el sin mucho ánimo.
-Es una niña! -dije muy feliz.
-Otra niña? bueno, serán dos entonces, Kenny se quedará solo -dijo el del otro lado.
-Bueno me voy -dije cortando la llamada.
Salí con la comida y entré al auto. Jay volvió a mirarme, poniéndo el auto en marcha de camino a la casa.
Ya tenía dos hijos de Keinan, la parejita. El tenía otra hija. Dios mio, de quién era este bebé? Tenia miedo. Keinan se había cansado de pedirme perdón sin ningún resultado. Nunca en la vida había visto llorar tanto a un hombre. Yo sabía que él sufría mucho, pero yo también lo hacía y lo hacía desde mucho tiempo. Me había abrazado sin querer soltarme nunca. Al final se había agotado, se había cansado o talvez resignado de tanto llorar por un perdón que no me salía del corazón. Ahora me había dejado un celular para llamarme.
-Daiana, llegamos -dijo Jay abriéndome la puerta.
-Vas a entrar? Ven para que comas porfavor, luego te regresas.
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AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)
RandomEsta novela se basa en 3 Partes SECUESTRADA (PARTE 1) AMARTE DUELE (PARTE 2) TERRIBLE OBSESIÓN (PARTE 3) Keinan Mendietta y Daiana Maverick se habian dado la oportunidad de empezar una nueva vida al salir del hospital, junto a su hijo. Emprendieron...