Recapacita

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-Te voy a enseñar a respetarme -dijo empujándome a la cama.

-No puedes obligarme Keinan -dije nerviosa al verlo quitarse su camisa.

-Eres mi mujer -dijo acercándose.

-No te atrevas a tocarme Keinan -grité desesperada.

-Llevo meses sin hacerlo -dijo quitándose el pantalón.

-Por favor recapacita -grité al ver como lograba acostarse sobre mi cuerpo.

-Va a gustarte Daiana -decia abriéndome las piernas con sus muslos.

Empezé a luchar contra la corriente, Keinan siempre habia sido un hombre muy fuerte y esta vez no era la excepción. Con una de sus manos me sostuvo las mias y con la otra logró acomodar su miembro erecto justo en mi entrepierna, moviendo de lado mi pieza intima, me penetró sin piedad.

 Con una de sus manos me sostuvo las mias y con la otra logró acomodar su miembro erecto justo en mi entrepierna, moviendo de lado mi pieza intima, me penetró sin piedad

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Empezé a gritar, me estaba lastimando, trataba de salirme y no podía, le suplicaba con la mirada pero a el no le importaba.  Paso una de sus manos sobre mi cintura girándome boca abajo, arropándome con su cuerpo desnudo levantándome las caderas.

  Paso una de sus manos sobre mi cintura girándome boca abajo, arropándome con su cuerpo desnudo levantándome las caderas

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-Basta, basta -empezé a gritar al sentir que me tocaba las nalgas con su miembro.
-no lo hagas, no Keinan, no, basta -dije llorando muy fuerte.

-Vas a saber lo que es un hombre de verdad. -dijo excitado a mi oido.

Su salvajismo me lastimaba y empezé a gritar mordiéndole la mano para que me soltara, pero no lo hizo, estaba sediento de mi.

-Daiana -decia besando mi cuello, acariciando mi espalda, luego los senos, cerré los ojos y mis lágrimas mojaron su mano. No pude más y me di por vencida.
-Eres mía, el día que vuelvas a dejarme te costará la vida. -dijo moviéndose mas rápido llenándome toda por dentro.

Me quedé tiesa, mi mente trataba de analizar lo que mis oídos habían escuchado.  Quería sentir que me había equivocado, pero sabía que había escuchado muy bien. Ese hombre estaba enfermo. Como no había podido entenderlo antes?

*****************

Estaba lloviendo, sentía  el mismo miedo de antes. Mi mente empezaba a comprender lo malévolo que el había sido.  Me había hecho suya sin yo desearlo.  Escuché unos pasos sobre las tablas del suelo y mi corazón se inquietó.  Miré hacia la puerta cuando está se abrió y bajé la cabeza para no mirarlo.

-Estas despierta? -dijo acercándose a la cama.

Los ojos se me llenaron de lágrimas. Volvia a sentir que la historia se repetía. 

-Daiana -dijo sentándose sobre el borde de la cama.
-Quiero que comprendas una cosa. -dijo tocándome la cara.
-Te amo demasiado

-El amor no se suplica Keinan, no se fuerza

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-El amor no se suplica Keinan, no se fuerza. -dije llorando

-Si lo hace Daiana, dime que me has dejado de amar, vamos hazlo.

-Esto no funciona, lo has dañado ya varias veces, el amor tiene un límite, confiaba en ti. -dije llorando.

-He sufrido mucho Daiana. No vuelvas a dejarme o te juro que me obligaras a tratarte así.

El queria mi perdón, pero no me salía del corazón.  No podía soportar la idea de que el hubiera embarazado a la enfermera, eso me dolía demasiado.  Como si fuera poco me abía castigado con golpes y me había hecho suya sin mi consentimiento.

-Daiana.

Empezé a llorar muy fuerte. Tenia deseos de abrazarlo. Tenia una lucha entre mi mente y el corazón. Necesitaba estar sola, no podía pensar bajo aquella presión. El no comprendía eso.  Quería mi amor a la fuerza, eso me desconcertaba.

-Vamonos a casa.

-Estas enfermo Keinan, necesitas ayuda sicológica. -dije mirándolo con tristeza.

-Mi enfermedad eres tu -dijo poniéndose de rodillas.

-Mi enfermedad eres tu -dijo poniéndose de rodillas

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No dije nada, el no estaba dispuesto a perderme. No soporté su mirada y la esquivé.

-Que te pasa? -lo escuché preguntar con la voz ronca.

-Quiero que me dejes ir, puedes ver a tus hijos cuando quieras, si no llego a la casa, Criss lo informará a las autoridades, razona por favor -dije llorando.

-Porque me huyes tanto? me temes?
-Ven aqui mi vida -dijo abrazándome.

Me abrazó sin yo esperarmelo, yo sentia una lucha entre la razón y los sentimientos. Tenia que tomar una decisión, una que fuera definitiva. Y asi lo hice.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora