No me vengas a decir eso

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-Que pasa?

El no dijo nada.

-Mendietta porfavor, pasa algo? -dije con los ojos llenos de lagrimas.

-Melisa -dijo levantando su mirada. -Lo siento, yo, yo no debi haber hecho esto, no debimos, esto no pudo haber pasado, no debio haber pasado nunca, Dios mio que he hecho.

-Que, como? asi nada mas? No me vengas a decir esto, no creo que me hables así, se que lo disfrutastes como yo -dije sorprendida al escucharlo.

Se vistió rápidamente, todavia seguía erecto. Se incorporó de una de las muletas, poniéndose en pie.

-Por favor sal de mi cuarto, quiero estar solo, fue un error, un grave error, no debi haberte tocado. Lo siento, Melisa. -decía desesperado.

-Pero lo hicistes -dije llorando.
-acabamos de hacer el amor -dije mirándolo bastante afectada.

-No, no te confundas, acabamos de tener sexo, yo amo a mi esposa, amo a Daiana, esto estuvo mal de mi parte lo sé, lo hice mal, por favor se discreta, lo siento de verdad, no me quise aprovechar del momento, solo me dejé llevar -dijo avergonzado.

No me miraba a la cara mientras me hablaba, estaba muy nervioso, preocupado, ansioso, se pasaba la mano por su cabello, por su cara, estaba inquieto, de verdad me dolía aceptar que se notaba muy arrepentido.

Quería pensar que me equivocaba, pero sabía que no era asi. El estaba arrepentido, me lo dejaba ver muy claramente, su actitud lo decia, pero yo me sentia utilizada, estaba muy dolida.  Lo que habia significado tanto para mi, para el solo habia sido un buen momento. Esto no se iba a quedar asi, conmigo Mendietta no iba a jugar.

 Esto no se iba a quedar asi, conmigo Mendietta no iba a jugar

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Saqué fuerzas para hablarle, ya que no paraba de llorar.

-Cobarde, eres un cobarde, me acabas de hacer el amor y ahora te echas hacia atras como si nada hubiera pasado -estallé en llanto.

-Porfavor entiéndelo,  en verdad lo siento, no debio haber pasado nunca, me siento solo, yo y Daiana no estamos bien, estaba despechado, lo reconozco. Te juro que no sé que pasó.

-Maldito infeliz -grité llorando y al salir del cuarto tiré la puerta muy fuerte, llegando hasta mi cuarto donde me tiré sobre la cama a llorar.

Amanecia.........

Narra Keinan.....
Me quedé sentado en la cama mirando el suelo, empezé a mover una pierna lado a lado, dando pequeños golpes a mi otra pierna.  Estaba nervioso, muy  arrepentido de lo que habia hecho.

-Dios mio que hice -dije sin poder pensar en otra cosa.

La conciencia me molestaba a tal manera que sentia un nudo en el pecho y otro en el estómago. Me empezaba a doler la cabeza y no dejaba de pensar en Daiana, en la mujer que amaba con mi vida.  Ella no se merecia esto.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora