Esta novela se basa en 3 Partes
SECUESTRADA (PARTE 1)
AMARTE DUELE (PARTE 2)
TERRIBLE OBSESIÓN (PARTE 3)
Keinan Mendietta y Daiana Maverick se habian dado la oportunidad de empezar una nueva vida al salir del hospital, junto a su hijo. Emprendieron...
Sentia dolor en la ceja. Tenía mucha sangre. Me levanté sobresaltado, mirando a todos lados, fue cuando asimilé lo que habia pasado. La mente me fastidiaba.
Daiana se había acostado con Ryan. De pronto el corazón se me aceleró, se habría protegido? No, no podía pasar esto, ella tenía que hablarme claro, tenía que quitarme esa duda. Tenía una mala corazonada, tenía que verla. Me levanté de golpe de la cama, dirigíendome al baño, estaba muy oscuro, encendí la luz y me miré en el espejo. Los chorros de sangre me bajaban por la cara, fue entonces cuando pude percatarme de la herida en la cara.
-Necesitas sutura Keinan -dijo Jay mojando una toalla para limpiarme.
Me miré la ceja, tenía una buena herida, estaba profunda, me había pegado muy fuerte.
-Dejame presionarte -dijo haciéndolo con la toalla mojada.
-Duele -dije frunciendo las cejas.
-Entra en razón amigo -dijo aconsejándome
-Voy a salir Jay tengo que hacer algo.
-No hablas en serio Mendietta tienes que atenderte esa herida, ven te llevaré al Hospital.
-Jay -lo mire serio.
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-Un buen recuerdo -dijo el Doctor terminando de ponerme una gasa en la herida.
-Espero que cicatrices bien, fueron ocho puntos Keinan, tremendo golpe, estarás mirándote al espejo todos los dias recordando a Ryan -dijo sonriendo Jay.
Me molestó su comentario, pero no dije nada.
-Voy a buscarla
-Acaban de coserte la cara del puñetazo que te dió Ryan y todavía quieres volver a esa casa?
-Tengo que hablar con ella. -Si no me llevas, llegaré como sea. -dije sosteniendo la gasa, ejerciendo presión.
En el transcurso del camino solo pensaba en ella. Tenía tantas ganas de verla, tenía tanto que preguntarle, estaba envuelto en mis pensamientos cuando escuché a Jay llamarme.
-Que pasa?
-Mira Keinan -dijo señalando hacia un Centro Comercial que estaba a minutos antes de llegar a casa de Ryan.
Miré asombrado, mis ojos no podían creer lo que veía.
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Daiana salía del Centro Comercial abrazada de Ryan. Abrí la puerta del auto, pero mi amigo me agarró fuertemente del brazo obligándome a sentar otra vez.
-Suéltame -dije con una rabia que me calcomia los huesos.
-Keinan tienes que controlarte, es un Centro Comercial, hay más personas, no puedes actuar así, razona.
