Piensa bien las cosas

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Pasaban los días.....

Ya Keinan podía caminar un poco mejor, pero aún tenía los puntos y le dolía la herida.  No me hablaba nada, solo lo esencial,   se respiraba tensión a su lado.  Ya no me dejaba salir, ni siquiera al lado de Jay. 
Se veía amargado, aborrecido.  Yo sabía que la espera del nacimiento de mi bebé los tenía mal a los dos, era una angustia constante sentir que en unos meses iba a nacer y no saber si el era el papá o era Ryan. 
El se encontraba en el patio recojiendo un poco lo que se le había atrasado por el accidente de la sierra y yo lo observaba de lejos desde el balcón.  Ya caminaba bastante bien.  Le habia crecido bastante su cabello y pensaba que se lo dejaria largo otravez, pero me equivoqué.  Ese mismo dia volvió a razurarse la cabeza.
Era de noche, cuando salio del baño.  Estaba serio, pensativo y muy callado.  Me sentia incómoda, sentia mucha tension en aquella casa. 

-Voy a salir Daiana -dijo rompiendo el silencio, al mismo tiempo que se vestia.

-A donde vas a estas horas? No quiero quedarme aqui, sola.

No dijo nada, empezó a ponerse los zapatos y me dio la espalda, ignorándome totalmente.

Adonde iria? Se veia apurado, esa tarde lo habia notado bastante callado y pensativo. Me empezé a sentir preocupada.

Pasaban las horas.......

Keinan no habia llegado a dormir, donde habia pasado la noche? no sabia.  Sentia un nudo en el estómago. Me sentia triste, como era posible que sintiera amor por un hombre así?  Era una masoquista, una estúpida y una necia enamorada.  Empezé a llorar.  Me sentia sola.  Me hacia falta Ryan.  Tenia miedo de quererlo, de sentir algo mas por el.  Siempre le habia sido clara, dejándole saber que solo lo veia como amigo, pero las circunstancias habian cambiado.  Ahora me hacia falta.  Queria verlo, necesitaba hacerlo.  Estaba sentada en la cama llorando cuando senti algo vibrar.

-El celular -dije asombrada
-dejó el celular -dije corriendo a buscarlo a ver quien llamaba.

Era Jay, por supuesto que no iba a contestar. La llamada cesó y me quede pensativa.  Si Jay llamaba era porque con el no estaba.  Estaria con Melisa.  Me quedé mirando el celular y llamé a Ryan.

-Quien es? -dijo curioso.

-Soy yo, Daiana, quiero que me recojas en la Avenida Sol, sabes donde es? cogeré un taxi y bajaré hasta ahi, quiero que hablemos porfavor.

-Puedes salir de la casa? Mendietta no esta ahi?

-Dejó la casa abierta y el celular en la mesa, al parecer lo olvidó.

-Allí estaré princesa, en dos horas como máximo.

Corté la llamada y miré la hora. Eran las seis de la mañana.  Me vesti rápidamente y salí.  Me sentia cansada, ultimamente mi vientre lo habia sentido muy bajo, habia tenido molestias pero habian sido pasajeras.  No le habia dado importancia a esas cosas, pero esa mañana me sentia rara.  Segui caminando y llegué donde habia acordado con Ryan.
No sabia cuanto tiempo habia esperado ya, cuando escuché una voz detras de mi.  El corazon me dio un vuelco y miré hacia atras.

-Daiana- dijo feliz

Me levanté de la banca y fui donde el.  Me sentia nerviosa,  mis manos temblaban.

-Quiero que me digas que querias cuando me llamastes.

-Ya no tiene importancia, olvidalo.

-Si la tiene Ryan, necesito salir de dudas, tengo una angustia que me esta matando por dentro.  Porfavor, quiero que me digas algo.
-Que tan probable es que mi hija sea tuya? recuerdo que cuando estuvimos juntos me dijistes que era dificil que me embarazara? porque? -dije mirándolo.

-No lo sé Daiana, no puedo estar seguro de lo que dije.  Estabas recien dada a luz, pero eso no cambia nada.  Estoy tan angustiado como tu. -dijo pensativo
-Ven, vamos!  -dijo para que me subiera en la motora.
-No pasa nada, iré suave. -dijo riendo al ver mi cara asustada. -Vamos a dar un paseo, quiero que lo disfrutes.

Y asi fue......

Dimos vueltas por la costa,  detuviéndonos frente al faro. Sintiendo la brisa con olor a salitre.  Nos sentamos en la orilla, cerca de la playa. Ryan me hizo olvidar muchas cosas solo con su presencia.  Estaba tan distraida que no miré el relog.  Eran las tres de la tarde y me empezé a preocupar.  Keinan tendria que haber llegado.  Le dije a Ryan que me llevara lo mas cerca posible a la casa.  Y asi lo hizo.

-Daiana, detente -dijo haciendo que parara en seco y mirara hacia atras.
-Quiero, quiero pedirte algo.

Lo miré curiosa.

-Piensa bien las cosas porfavor, no desperdicies tus dias con quien no te merece -dijo antes de despedirme de el.

Entré a la casa y para mi sorpresa Keinan no estaba.  No habia llegado.  Me di un baño y me senté en el sofa de la sala.  Al cabo de dos horas llegó el sin decir nada. Entró al baño, luego se dirigio a la cocina.  Su indiferencia me mataba, quien podia entenderme?  Me dirigi hacia el de muy malhumor y lo confronté.

-Estabas con Melisa verdad? no dormistes anoche en la casa.   Eres un infeliz, maldito mentiroso, crees que te lo mereces todo? -dije gritándole.

No dijo nada, me ignoro completamente sin saber que su indiferencia me estaba matando.

-Keinan te estoy hablando, donde estabas? empezaba a ponerme mal al ver que no me contestaba.  Solo caminó dirigiéndose al cuarto.

-Te estoy hablando -dije llorando.
Iba a salir del cuarto y me le atravesé en el medio.

-Quitáte Daiana, voy a pasar -dijo molesto.

-Donde dormistes anoche? -dije desesperada

Me echó de lado y caminó por el pasillo sin contestarme.  Fue entonces cuando me puse histérica.  Comprendi como una idiota que me moria de celos por el, que estaba enamorada de ese hombre.  Que la indiferencia de el me dolia en el alma.  Era una completa estúpida, desperdiciaba la oportunidad de estar con un buen hombre por querer al que me habia echo tanto daño.  Pero en el corazón nadie mandaba.  Lo vi salir de la casa otravez y sali corriendo tras de el.  Queria detenerlo,  no queria que me dejara.  Porque me trataba asi? 

-Keinan, Keinan, no te vayas, espera porfavor. -entonces el se detuvo y me miro.

-Basta Daiana, haz querido que te deje en paz y es lo que hago.  No has perdido tu tiempo porque se que has estado viéndote con Ryan.  No soy estúpido, lo que si soy es un infeliz egoista, que no ha podido arreglar las cosas,  que no ha querido dejarte libre, pero tampoco ha sabido retenerte.  Ya me cansé Daiana, me cansé de pedirte perdón, me cansé de tus dudas, me cansé de todo. -dijo dejándome boquiabierta.

-Keinan no te vayas -grite atacada en llanto

-Estoy aborrecido, no supe valorarte, no se quererte Daiana. -dijo caminando hacia el auto.

-Infeliz, cobarde, abusivo desgraciado.  Para eso me enamorastes, para eso me traistes aqui?  Poco hombre, nunca quise delatarte a las autoridades y asi me pagas.  Te odio Keinan Mendietta -dije histerica gritándole.

-Basta Daiana, basta -me gritó en la cara.

-Voy a irme con Ryan, el si sabe valorarme, me quiere, ójala mi hija sea de el y no tuya -le grité a la cara sin dejar de llorar.

Me miró furioso, sostuvo mis manos tan fuerte que las sentia crujir.  Me bebia las lagrimas y ya casi no podia hablar.  Me empezé a sentir mareada y quise morirme cuando lo escuché.

-Haz lo que te venga en gana -dijo soltándome las manos de mala manera.

No creia lo que escuchaba, traté de caminar hacia el que se dirigia al auto para irse. 

-Keinan -le grité al sentir que el mareo se hacia mas fuerte.

No vi reacción de el y me senti desesperada, se iba y me dejaba.

-Keinan -grité mas fuerte antes de  tropezar con algo cayéndo fuerte al suelo, sintiendo un dolor intenso en el vientre, empecé a escuchar un chirillo en mis oidos y ví todo negro.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora