Había pasado un mes desde que Daiana había ido a verme. El Doctor había querido mantenerme un tiempo en observación por los mareos y los bajones de presión, pero ya estaba bastante estable dentro de mi condición.
Había perdido las esperanzas de volver a caminar pero era muy rápido para pensar así.
Había que darle tiempo al tiempo, según los médicos. Mis piernas me dolían cada vez menos. Tenía miedo de quedar parapléjico, estar encadenado a una silla de ruedas, pero lo que más temia era pensar que pasaba el tiempo y no sabía nada de Daiana. Tenía miedo a perderla.
El alta me lo daban esa tarde. Del Hospital iría a casa de Jay para mi recuperacion y luego buscaría a Daiana, esos eran mis planes.-Keinan Mendietta -dijo entrando el médico al cuarto provocándo un vuelco en mi corazón.
Estaba ansioso de escucharlo decir que me daria de alta y el corazón me empezó a palpitar mucho más fuerte al ver entrar a Jay, pero no venía solo, venía con Melisa. Verla me hizo cambiar mi estado de ánimo. Tenía la barriga enorme, a punto de dar a luz.
-Nos vamos a casa mi amor -dijo dejándome tieso, pero no por la noticia, sino por lo que esperaba ella.
-Melisa, yo iré a casa de Jay.
-Los dos nos vamos a casa de Jay mi amor, no puedo estar sola, si pasara algo tú estarias al pendiente con tu amigo y yo estaré junto a ti para cuidarte, darte tus terapias -dijo animada.
-Ya tienes el alta Señor Mendietta, Jay haga los trámites.
-Mendietta le deseo buena recuperación y cuidese mucho. No deje de tomar sus terapias.-Claro Doctor, gracias, gracias -dije loco por irme.
-Fue una estadía bastante larga Mendietta, no queremos que se vuelva a repetir -dijo el Doctor animándome.
No pude evitar sonreír, la verdad estaba muy ansioso, me moría de ganas por irme de alli, buscar a Daiana, estar fuera de aquel Hospital.
Melisa ayudaba con mis cosas, Jay hacia el proceso de alta, mientras dos enfermeros me ayudaban a sentar en una silla de ruedas. Los nervios me mataban, quería buscar a Daiana, quería verla ya.
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-Te veo ansiosa, que tienes princesa?
-No lo sé, me siento intranquila, no se qué me pasa Ryan, deben ser las hormonas que el embarazo dejó.
-Duerme, descansa.
Traté de hacerlo pero no podia. Estaba intranquila, sentía un nudo en el pecho, veía a Keinan una y otra vez y tenia miedo. Volví a llamar a Ryan.
-Que tienes? -dijo abrazándome.
-No lo sé, es, es como una angustia, una preocupacion. -dije asustada.
-Duerme Daiana -dijo tocando mis mejillas
-Ryan -tragué con dificultad.
-Eres tan perfecta, tan preciosa -dijo inclinando su cabeza besando muy suave mis labios.
Pero el no se conformó con eso. Abrió mi boca con su lengua y empezó a jugar con mis labios, no supe que hacer y solté un gemido, uno que al parecer lo excitó. Empezó a mover su lengua dentro de mi boca invitándome a besarlo, entonces fue cuando reaccioné abriendo mis labios. Me besó con tanta pasión que me dejaba sin respiración.
-Daiana -dijo besándome la cara, el cuello, siguió bajando más y más, encontrándose con mis pechos, haciéndome gemir de placer cuando sus manos empezaron a tocarme. Me los sostenia con los dedos al mismo tiempo que quería devorarlos con su boca, con su lengua.
-Quiero hacerte el amor, déjame tocarte Daiana, déjame sentirte -dijo acomodándose sobre mi cuerpo.
Me sentía nerviosa al sentir el peso de su cuerpo sobre el mio y no pude dejar de gemir, abriendo mis piernas, sintiendo su pene erecto sobre mi piel. Me sentía confusa, pensé rápidamente en Keinan y los ojos se me llenaron de lágrimas.
-Basta, basta Ryan, no, no puedo -dije empujándolo hacia arriba.
-Que pasa?
-No puedo, no.
-Es por el? -dijo sorprendido.
Afirmé con la cabeza y no pude evitar dejar caer las lágrimas.
-Que respeto le guardas a ese infeliz cuando él tiene a otra mujer embarazada? -dijo muy disgustado.
-Ryan porfavor -dije bajando la cabeza.
-No seas estúpida, como es que le guardas fidelidad? el no la tuvo contigo. Al menos hazlo por coraje Daiana, se que lo estabas disfrutando, lo sé -dijo mirándome con mucho coraje.
-Por favor basta -dije llorando.
-Quiero hacerte el amor, no te imaginas cuanto te deseo, pero quiero que lo disfrutes, disfruta el momento, solo eso, nada más, dime quieres hacerlo? -dijo mirándome con deseo.
Ryan tenía razon, porque tendría yo que guardarle fidelidad a Keinan cuando el no lo había hecho conmigo. Ryan era guapo, tenía un cuerpo perfecto y aunque no tenía intenciones de una relación con el, éramos adultos. El tenia mucha pasión para darme y yo un alma herida, sedienta de amor y cariño. Me llené de coraje y llegué a una decisión. Le daría a Keinan de su propia medicina, iba a darle por donde sabía que le dolería, tal como lo había hecho el conmigo.
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AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)
RandomEsta novela se basa en 3 Partes SECUESTRADA (PARTE 1) AMARTE DUELE (PARTE 2) TERRIBLE OBSESIÓN (PARTE 3) Keinan Mendietta y Daiana Maverick se habian dado la oportunidad de empezar una nueva vida al salir del hospital, junto a su hijo. Emprendieron...