No quiero

84 4 4
                                    

-Quiero que confíes en mi. -dijo sin mirarme.

Lo ví acercárse y me inquieté.

-Que ases? -dije nerviosa al ver que se quitaba la camisa.

-Eres mi mujer, sé que actué como un animal, ahora quiero enmendar eso Daiana.

-Estas mal Keinan, no te atrevas a tocarme otravez. -lo miré asustada.

Veia deseo en su mirada y me impacienté. Levantó mi barbilla tocando mi boca con la punta de sus dedos y me besó. Pude sentir sus labios temblar al hacerlo y su respiración estaba agitada, fue cuando me di cuenta que en verdad me amaba, solo tenía miedo, miedo a perderme.  Abrió mi boca introduciendo su lengua mas y mas adentro de mi garganta. Tenía muchas ganas de sentirme de una manera diferente y yo lo sabia. Lo escuché gemir y yo hice lo mismo sin darme cuenta. Al parecer era lo que el esperaba para empujarme suavemente con su cuerpo a la cama.

-Keinan no, no quiero -dije con la voz entrecortada, yo sabía que me deseaba, así que sería dificil salir de entre sus brazos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Keinan no, no quiero -dije con la voz entrecortada, yo sabía que me deseaba, así que sería dificil salir de entre sus brazos.

-Déjate llevar -dijo besándo mi cuello.

-Keinan basta -dije asustada.

-No voy a obligarte -decia suave a mi oído.

Se apartó un poco solo para mirarme sosteniéndo mi cara entre sus manos.

-Te amo Daiana, me tienes enfermo de amor, no voy a obligarte, no quiero hacerlo -dijo con la voz ronca.

-Keinan -gemí pasando la mano por su cabello.

Me siguió besando cerca del cuello, no comprendia como lograba envolverme tan fácil, que demonios me pasaba con este hombre.
Empezó a desnudarme y lo miré nerviosa, el me disfrutaba solo con la mirada, tragué en seco, estaba asustada.

Me empujó suavemente sobre la cama, acostándose sobre mi cuerpo y siguio besándome. Me dejé besar, le correspondí y fue cuando se le alteraron sus sentidos.  Me sentó de golpe sobre su miembro y empezó a moverse fuerte en aquella posición, sin dejar de abrazarme, sin dejar de besarme, apretándome más fuerte sobre su cuerpo desnudo, jadeando muy fuerte, haciéndome el amor con pasión y locura.

-Daiana, mi Daiana, -decia gimiendo, cerca de mi oído.

Entonces empezé a sentír que también lo disfrutaba, me volvió loca de pasión y perdí la cordura, apretándolo más fuerte contra mi cuerpo, nos hicimos uno hasta que no pudimos más. Lo abrazé, pasando mis manos por su cabello, por su espalda, hasta que lo sentí desbordarse dentro de mí.  Me acostó otra vez sobre la cama penetrándome tan fuerte que empezé a arañar su espalda, dejándolo con más ganas. Me sostuvo las manos sobre el colchón mientras seguía embistiéndome con fuerza, llegando a un segundo orgasmo.
Me sentía débil entre sus brazos, lo miré a los ojos mientras yo  alcanzaba ahora el orgasmo, el sonrió besando mis labios y me contraje fuerte contra su cuerpo entregándome totalmente a un hombre que sabía no me merecia.

*************

Desperté sobresaltada, mi mente entró en la realidad. Me ví desnuda sobre el, seguia dormido. Habíamos hecho el amor y peor que eso yo lo había disfrutado a sabiendas de todo el daño que el a mi me había causado. Mi corazón se aceleró recordando los golpes en la cara, el haberme obligado anteriormente. Todavía estába oscuro, miré el relog y eran las tres de la madrugada. Me levanté vistiéndome rápidamente y salí de la casa. Esperaba no arrepentirme nunca de aquella decisión. Caminé hasta que un auto se detuvo, era un Señor, quien luego de un largo trayecto, al final me llevaba a casa.

AMARTE DUELE (PARTE 2 SECUESTRADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora