No te puedo asegurar que arriesgarse por mi merezca la pena. Soy un tornado de emociones incontrolables y repentinas. Puede que un dia vaya bien y al siguiente todo se desmorone. Sin dejar rastro de una existencia, algo que no entenderás.
Tus ganas se convertirán en manías.
Incluso puede que llegues a odiar el día en que compartimos ese paraguas rojo que nos resguardo de la lluvia.
La tormenta seguirá danzando, alimentando nuestras esperanzas. Venceremos batallas y perderemos otras tantas.
No soy fácil, ni muy complicada. No me entenderás, y puede que nunca lo hagas. Así que dime, ¿Estás dispuesto a cometer locuras? ¿Infringir la ley? ¿Superar los límites?
Sere tu mayor error. Pero uno de los bonitos. De esos que vuelves a cometer tantas veces.
Tú decides.
Pero una cosa más, aunque no llueva, aunque el sol haya decidido cegar medio mundo, aunque las nubes se tomen el día libre. No me dejes de abrazar.
Ya sabes, cómo hacías bajo el paraguas rojo.