Quizás esto llega con más de un mes de retraso.
Pero últimamente me tomo las cosas con más calma, sin prisa, siempre improvisando. No debería extrañarte. Me lo enseñaste tú. A jugar con el tiempo. Jugar a que no existe.
¿Y sabes que es lo que me da más rabia? Que contigo empecé a hacer las cosas bien. Blinde mi corazón y me dije; está vez no seas impulsiva, no te pilles de alguien en días. Que irónico. Tanto empeño en que no entraras en mi corazón. Y te lo acabaste llevando. A la fuerza.
Y lo que yo no llegó a entender es por qué te echo tanto de menos.
Si no llevábamos nada. Si fueron 3 semanas. Y sin embargo los mejores 8 días de mi vida. O citas.
Y me da rabia sentirme así, porque me siento una de esas chicas tontas de las que he prometido siempre que nunca iba a ser.
Pero no puedo evitarlo. Se me hace muy difícil olvidarte. Olvidar ese poco tiempo que pasábamos juntos pero que en el fondo de mi corazón se estaba convirtiendo en algo eterno.
Soy estúpida. De verdad que lo soy.
Y lo más gracioso es que a nadie le he contado esto. Sonrió y hago bromas sobre el tema. Como si no me importará. Pero contra más hago ver que no me importa más me duele. Porque aunque parezca imposible te he llegado a querer, bueno quizás esa no es la palabra, pero te convertiste en alguien "importante" para mí y me da mucha rabia echarte de menos. Porque quien hizo las cosas mal fuiste tú.
Y sin embargo, aquí estoy justificando lo injustificable diciendo que en verdad eras un buen niño y que yo no te merecía.
Y Odio está sensación de vacío. De no saber por qué y tener miedo de saberlo.
Pero estábamos tan bien que no logró entender que pasó. O mejor dicho, ¿Qué hice mal? ¿Qué es lo que hice mal?
Porque quizás si eras demasiado para mí. Porque tenías todo aquello que te hacía perfecto; motivación, ganas, ilusión y sabías absolutamente sobre todo. Era impresionante escucharte hablar.
No eras un chico cualquiera y quizá fue eso lo que hizo que mi corazón se rindiera a ti, lo peor ha sido que cuando me he querido dar cuenta ya era demasiado tarde. Y tú ya no estabas.
