Y es tan preciosa.
Es tan bonita.
Y las de veces que yo haría travesuras con su sonrisa.Y quién puede explicar que no quiera dejarla salir de mi cama para que se vaya a trabajar por las mañanas.
¿Y qué hay de malo en ello?
Si las noches son eternas, la pierda o no, en las mañanas de cada nuevo día.
¿Pero qué me dices de esos días en los que se queda?
¿En los que juntos maquinamos una nueva excusa que poner en su trabajo?
Aunque ya están muy gastadas.
Las excusas, digo.
Que las ganas nunca faltan.Uff. ¿Qué me dices de esos días?
Los días más bonitos de toda mi vida.Y que miedo tengo de romperla. Tanto que...
Hoy corro.
Hoy huyó.
Hoy recuerdo lo bonita que era.