Ahora me da rabia. No haberme subido en aquel tren. Cuándo tú lo hacías.
No haber corrido con el semáforo en rojo si eras tú quien se iba.Saltar encima tuyo. A modo de saludo. Aunque fuera por los viejos tiempos.
¿Y qué? El tren se ha ido. El semáforo sigue en ámbar . Y los viejos tiempos no quieren volver.
Y yo sigo aquí. Con el billete en la mano, sin subirme a ningún tren por miedo a que el semáforo cambie de color.