Cuando la soledad ya no es un problema. Y el frío se vuelve tu mejor aliado.
A sabiendas de que no será eterno. Que sólo son silencios prolongados.
Los leves murmullos de árboles que gritan esperando enero.
La melodía de una canción que sigue anhelando los tercetos.
Supongo que es el fin.
El final del cielo.
Esta vez ganó tu infierno.
Medio capítulo.
Porque no escribimos uno entero.
Como cuando decías que esto no se acabaría nunca. Que sería eterno.
Y como te empeñaste en que terminará rápido. Sin dolor.
Y terminó doliendo.
Las páginas siguen blancas.
Y no me quejo.
Tu eras más de primavera y yo de inviernos.
Me cansé de ser yo la única que escribía.
Y cambié de libro.
No por ti.
Esta vez si fue por mí.
Merecía más que un cuento.
