Me dijeron tu nombre. Y ya sabía que era tuya.
Es curioso. La forma en la que me enamoré de ti.
Creo que nunca empiezo a escribir con una palabra tan fuerte como "enamorar", es más lo suelo dejar para el final. Para el factor sorpresa.Pero no he podido evitarlo.
He escrito tu nombre y después algo relacionado con el "amor". Como si la conexión fuera instantánea.No sé. Llámame loca.
Pero me gustaste des de el primer momento en que te vi. Incluso antes de saber tu nombre. Sabía que era tuya.No pude evitarlo. Fui tan vulnerable esos segundos que cedi a aquello que sólo fue cosa de un día. De una vez.
Porque mientras a mí se me quedaban cortas las excusas para no verte a ti se te quedaban cortas las ganas.
Es tan difícil de explicar.
Y aunque creas que es porque NO quiero quedar contigo. Te equivocas. Igual que yo me he equivocado al decir que me gustaste antes incluso de saber tú nombre. Porque no es verdad.
Me gustaste. Aquél día. En aquél parque. A las 2 de la mañana. Y con un frío inexistente que no era más que una excusa para mantener nuestros cuerpos más cerca.La cuestión es que no te digo excusas porque no quiera. Sino porque me da miedo. Que no todo sea tan perfecto como yo lo estoy pintando en mi cabeza.
Lo sé. Llámame loca.
Pero me asusta que tú no sientas lo mismo que yo sentí aquél día cuándo me abrazaste prometiendome que todo sería "mejor".
Lo sé. Llámame loca.
Pero mejor que sea, locamente enamorada.