¿Cuándo pasamos a ser desconocidos?
Personas que coinciden en un mismo andén y solo se saludan con la mano.
El tren pasa por delante de nuestras narices.
Tú te subes ... pero... yo no tengo el valor de hacerlo.
Pasa de largo.
Otro tren más llega. Y vuelve a pasar.En ese tiempo en el que estoy con la mano suspendida en el aire.
Sobrevolando ilusiones.
Inmóvil en un espacio tan reducido como un andén.
Con gente que viene; que va. Que me empuja y me grita que “me mueva”.
Y no soy capaz de hacerlo. No puedo moverme.
¿Cuándo pasamos a ser desconocidos?
A no saludarnos como debemos hacerlo.
Con besos.
A no querernos como hay que quererse.
Sin palabras.
A no decir todo lo que sentimos.
En mitad de las vías del tren. A todo pulmón. Gritar. Que nos queremos.
¿Cuándo cambiamos tanto?
¿Escuchas eso?
Van a cerrar la estación.
Y yo sigo dentro.