~Capítulo #5~
.
.
.
— No puedes desobedecer al cielo —
.
—¡Paren por favor! —gritó el pequeño Tsuna al ver los destrozos que sus amigos junto a los mayores ocasionaron. Entonces todos se detuvieron en seco, los jóvenes por unos momentos creyeron sentir una mirada fría y un aura molesta la cual desapareció casi al instante. Ya con los ojos sobre él, el niño continuo.
—Hayato guarda la dinamita y deja de discutir con G-san. Takeshi no más combates por hoy, y si vas a probar tus habilidades hazlo en un lugar abierto. Mukuro desas tus ilusiones, asustas a Lambo y Lampo-san. Kyoya deja de enviarle miradas de muerte a Alaude-san por favor—sentenció el castaño, sorprendiendo a los mayores por ver como este mantuvo controlados a los niños que ellos no habían logrado controlar desde que se levantaron. El castaño dejó su expresión seria y la cambio por una especie de puchero. —Mou~ Creí que no habría más peleas—reprocho, acto que les pareció adorable a la mayoría de los que observaban.
—Lo siento mucho Juudaime—respondió Hayato casi al instante haciendo una especie de reverencia.
—Haha~ Creo que se me pasó la mano—decía Takeshi rascándose la nuca con despreocupación.
—¡YA ACABARON LAS COMPETENCIAS EXTREMAS! —dijo/grito Ryohei asomándose por la ventana acompañado de Knuckle, ambos bañados de sudor por el ejercicio antes hecho.
—Lo siento Boss, debí detenerlos—comentó Chrome incorporándose a la plática.
—Kufufufu~ Yo no me arrepiento, el melón me reto—dijo Mukuro con sonrisa burlona mirando de reojo a Daemon.
—Kufufufu~ Parece que la piña tiene confianza de más—respondió el ilusionista mayor devolviéndole la mirada al peli-índigo.
Ambos parecían ser rodeados por una especie de aura maligna a la vez que reían con autosatisfacción de la manera más retorcida posible, parecían los antagonistas de una película.
—¡Ya basta! No mas peleas—hablo esta vez Giotto con voz seria que sus guardianes supieron traducir a la perfección. Era como si dijera, “Si pelean de nuevo se convierten en estatuas”.
—Lo siento mucho Giotto-san—dijo haciendo una pequeña reverencia el castaño. —Mis amigos también fueron parte de esto, me disculpo por ello. ¿Hay alguna forma de que pueda enmendar esto? —pregunto tímido, algo avergonzado por la situación.
Giotto, quien observaba con detenimiento al pequeño, se estremeció al ver la imagen que le brindaba en castaño. Tsuna estaba sonrojado y jugaba con sus deditos de manera tímida, esa imagen se podía describir en una sola palabra, tierno. El cielo de Vongola se estremecía de ansiedad quería abrazar en ese instante al pequeño, tenerlo en brazos y mimarlo hasta el cansancio. Pero debía mantenerse firme o sabía que sus guardianes aprovecharán para seguir con sus peleas y terminarían de destruir su hogar. Al final opto por lo más sensato, acarició con cariño los castaños cabellos de Tsuna y le brindo una pequeña sonrisa.
—No te preocupes Tsunayoshi, cosas como estas pasan a diario—le respondió con calma y calidez. Luego desvió la mirada a sus guardianes, quienes se estremecieron al sentir el aura que emitía su jefe. —Además tus amigos son unos niños, en cambio… —dijo aun sonriendo pero con mirada sombría, a lo que los guardianes sudaron frio por ver la expresión de su cielo. Sabían muy bien que cuando Giotto se enojaba era de temer. —Ustedes, ¿No dirán nada? —pregunto aun sin cambiar su expresión.
ESTÁS LEYENDO
¡De mafiosos a Niñeras!
FanfictionUnos pequeños llegan a la vida de Giotto y sus guardianes, 8 infantes que pondrán vongola de cabeza... Los infantes no logran recordar nada de su pasado, poniendo a los jóvenes vongola en dudas sobre los niños. ¿Quienes son estos niños?¡Por que...