-Dudas y el descuido del sol-

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~Capítulo #6~

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—Dudas y el descuido del sol—

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Después del desayuno los pequeños fueron enviados al patio a jugar. Aunque Giotto lo hiso sonar como una sugerencia para que los niños se relajaran y divirtieran, en realidad era una excusa para distraer a los menores y así los mayores podrían discutir sobre la situación que se les presentaba. Knuckle, arrastrando a Lampo consigo, se ofreció a cuidar y distraer a los niños mientras que Giotto y el resto de los guardianes llevarán a cabo su debate. Ahora con los infantes fuera la primera generación Vongola se encontraba reunida en la oficina de su jefe.

—Bien Lampo y Knuckle están con los niños, ahora podemos hablar con tranquilidad—dijo de manera seria Giotto, apoyando sus codos en la mesa de madera que tenía por escritorio. —Asari, ¿Qué fue lo que notaste? —pregunto haciendo que las miradas se centraran en el espadachín.

—Quizas es demasiado pronto para saber conclusiones, pero tengo motivos para pensar que algunos de estos niños sean de mi país. No solo eso sus rasgos faciales así como sus acciones, me refiero a la forma en la que Takeshi y Tsuna se presentaron hicieron una reverencia eso es común en mi país natal—decía seguro de sus palabras.

—Espera estás diciendo que esos niños vinieron desde tu país hasta aquí, hasta Italia—hablo G.

—Puedo estar seguro de ello. Además ese niño Lambo llama a Tsuna con el término “Nii” que es como un honorífico en mi pais. Lo usamos para referirnos a nuestros hermanos—respondió. (N/A: Ni fruta idea de si está correcto o no xD )

—Pero entonces, cómo es que esos niños cruzaron todo ese trayecto hacia aquí—pregunto confundido Giotto.

—Nufufufu~ quizás solo los abandonaron en el bosque—dijo con deje de molestia en su voz Daemon, por más irritante que fuera la piña no perdonaría a quien se atrevería a abandonar a unos niños.

Giotto compartía ese sentimiento de molestia con Daemon, él tampoco sería capaz de perdonar a quienes abandonaran a 8 niños a la intemperie.

—Antes de que comiencen a liberar sus auras de muerte, pónganse a pensar—intervino G, sintiendo la tensión causada por niebla y cielo se hacía presente. —Si esa suposición resulta ser verdad entonces debe haber registros de personas que hayan desembarcado en la costa, ¿no es verdad? Esos niños estaban bien vestidos, así que dudo que los adultos que los acompañaban hayan llegado de inmigrantes—concluyó.

—Tienes razón G, quizás así logremos encontrar a quienes los trajeron hasta aquí. Alaude… —las palabras del rubio fueron paradas al ver como su guardián ya estaba en la puerta.

—Buscaré información sobre las más recientes des-embarcaciones, e investigare a las familias o grupos de personas que hayan llegado con esa cantidad de niños—dijo cerrando la puerta tras de sí.

—Ah… Si, gracias… —decía mientras una gotita al estilo anime bajaba por su cabeza, al ver como su guardián se retiraba. —“Es Alaude después de todo” —dijo a sus adentros mientras un ligero y casi imperceptible sonrojo aparecía en sus mejillas.

¡De mafiosos a Niñeras!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora