¡De mafiosos a Niñeras!

- Obligados a Luchar -

  ~Capítulo #32~

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— Obligados a luchar —

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Las cosas habían pasado tan rápido para el joven líder de vongola. Lo último que escuchó fue el resonar de aquel disparo, acompañado del grito de Tsuna pronunciando su nombre con total desesperó.

Ni siquiera fue consciente de cuando sus manos y pies fueron liberadas de aquellas cadenas, o el sentir cuando su cuerpo se desplomó de lleno al suelo.

Incluso, los sonidos comenzaban a ser distantes. Podía ver cómo el pequeño castaño parecía gritar alterado, pero su clamor no llegaba a los oídos del Vongola. Para Giotto, era como si el mundo se hubiera detenido.

Poco a poco, un innegable sueño atacaba su cuerpo. Sentía que, con el pase de los segundos, su conciencia se estaba perdiendo. Su vista también fue afectada, cada vez se le complicaba más ver las cosas con claridad, en cambio veía todo borroso.

—"Q-que rayos me hizo..." —se cuestionó mentalmente el rubio, intentando por todos los medios no perder la conciencia. Pero fue inútil, por más que luchara, su mente comenzaba a colapsar. Cuando menos lo esperó sus ojos se cerraron, indicado que por fin había perdido el conocimiento.

Una vez Giotto perdió la conciencia, a solo segundos de eso, una curiosa llama apareció en su frente. Era la llama de la última voluntad que aparecía como si el propio Vongola primo activará su modo hyper.

—Giotto-san... —murmuro Tsuna preocupado por el nombrado.

Por su parte, cierto azabache no podía estar más feliz. Por fin tenía el requisito necesario para llevar a cabo su cometido.

—Juju~ Buona notte, Vongola primo—musitó Basilio con una sonrisa satisfactoria.

—¡¿Q-qué le hiciste?! —interrogó Tsuna tragándose su miedo. Intentando parecer fuerte en aquella situación.

—Juju~ oh, no te preocupes mi cielo. Él no morirá, solo está inconsciente—aclaró Basilio. —Además, aunque quisiera, no puedo acabar con él. Si lo hiciera tú no estarías aquí conmigo—añadió, confundiendo un poco al menor por lo dicho.

—E-entonces, ¿Porque le disparaste? —cuestiono Tsuna.

—Juju~ el que no pueda matarlo no quiere decir que no pueda divertirme un poco—contestó con cierta arrogancia. —Además, lo necesito para volver a mí verdadero yo. Este cuerpo comienza a fastidiarme. Ya que sería más complicado y tardío conseguir los tres anillos, he decidido recurrir al segundo método. Aunque, podría ser doloroso para él—señaló observando a Giotto.

—¿Qu-qué quieres decir? ¿Qué es lo que harás con Giotto-san? —interrogó Tsuna temiendo lo peor.

—Juju~ No comas ansias mi cielo, ahora mismo lo verás. Pronto serás testigo de quién realmente soy y de lo que soy capaz—contestó con altanería.

En ese instante Basilio sacó una pequeña caja de sus ropas, la cual tenía únicamente un pequeño orificio en uno de sus lados.

—Una caja arma... —murmuró Tsuna al identificar el artefacto.

—Juju~ Veo que parte de tus recuerdos siguen intactos. Reconociste esto con tan solo verlo—comentó Basilio. —Pero, esta no es una caja arma como las que tú conoces. Esta fue modificada para contener algo muy especial—añadió, con socarrona sonrisa.