Capítulo 12 EDITADO

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Maldita sea.

Eso es lo único que puedo decir en esta situación y es que Romina y Bianca se volvieron casi mejores amigas, están todo el puto tiempo juntas.

Después de ese día que se "solucionaron las cosas" nos volvimos amigos por petición suya al ver que no la quería dejar ir, así que me tuve que conformar con eso.

Nos hemos estado viendo un par de semanas, pero los problemas comenzaron cuando Romina comenzó a ser su amiga.

Hoy, se suponía que íbamos a tener una cita Bianca y yo, pero invito a Romina, que la muy desgraciada acepto sin dudarlo. Así que así fue mi super cita, de a tres, pero parece que el infiltrado no es ella si no yo, ya que en todo el día solo hablaban entre ellas.

-¡No! ¡¿Enserió?! ¡No te creo!- grita emocionada Romina. Estábamos en el parque sentados viendo como unos niños juegan mientras conversan de no sé qué cosa. En eso le suena el celular.- disculpen, ¿hola?... ¿ahora?... sí, no se preocupe, enseguida... está bien... voy para allá.

-¿Te tienes que ir?- pregunta mi mate.

-Eh, si.- se levanta rápidamente y toma sus cosas con velocidad.

-¿Quién era?- pregunto.

-Un amigo, me pidió que cuidara a sus hijos mientras el sale con su mujer. Bueno yo me voy, los dejo solos.- se despide y se va rápidamente sin darme tiempo de indagar más.

Ahora por fin estamos solos.

Sonrío con emoción.

-Pucha que pena que se haya ido-. Dice Bianca mirando sus manos.- creo que también deberíamos irnos- ¿Qué?-. Ya es bien tarde, además hace un poco de frio.

No puedo tener más puta mala suerte.

Me gustaría quedarme más tiempo con ella a solas, pero es verdad que comenzó a correr un poco de viento y ella esta con un vestido, además que solo faltan un par de minutos para que se oscurezca por completo.

Me levanto y ella me sigue. Caminamos hasta mi auto en un silencio total, no sabía que decirle y tal parece que ella no tiene intenciones de hablar conmigo ya que estoy seguro que está pensando en Romina.

¿Y si le gusta?

Mierda, juro que mato a mi beta de ser así.

Llegamos al auto y busco mi chaqueta atrás para pasársela. Esta me sonríe y me da las gracias poniéndosela enseguida.

-Parece que me queda un poco grande-ríe tiernamente- me recuerda a cuando estuve con tu polera- esta vez ríe con más ganas.

Es verdad, la chaqueta le llega a los muslos y se tiene que arremangar las mangas para que se puedan ver sus manos, pero aun así se ve hermosa.

Se ve más pequeña de lo normal, más delicada y me encanta como mi olor se mezcla con el suyo.

Al llegar a su casa tras seguir sus indicaciones se baja despidiéndose agitando la mano. Al llegar a la puerta esta se abre por una mujer igual de baja que ella con el pelo castaño oscuro y con un par de arrugas en la cara pero se nota por su mirar que es una persona bastante dulce.

-Oh mi amor, cuanto tiempo. ¿Cómo has estado?- la abraza felizmente sonriendo de oreja a oreja.

-Hola mamá, si bastante tiempo por eso vine a verte.

-Ven pasa, pasa- su madre se hace a un lado invitándola a pasar cuando levanta la mirada y me ve-¿Quién es él?

-Es un amigo, me vino a dejar.

-Anda invítalo a pasar, es de muy mala educación que lo dejes afuera, además aprovechas de presentármelo- la empuja un poco hacia mi dirección- ve, tráelo a dentro. Te espero en la cocina, no tardes.

Camina a paso lento hacia mí.

-¿Qué pasa? ¿Se te quedo algo?- me hago el loco.

-Eh... ¿quieres entrar a pasar? Lo que pasa es que igual hace frio acá afuera y podrías irte después de tomarte un café o si no te gusta un té o algo- ríe nerviosa bajando la mirada- si no quieres está bien pero mi mamá te quiere conocer y bueno... ¿Qué me dices?

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora