Capítulo 42 EDITADO

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Escucho los pájaros cantar y sé que es de día.

Mierda, tengo trabajo por hacer y más con todos los preparativos para presentar a Bianca a la manada como la futura luna.

Siento como se remueve a mi costado acomodándose más cerca de mí, si es que eso es posible.

Me levanto pensando en prepararle algo para comer.

Ya estando en la cocina hago que todos salgan para estar tranquilo.

Comienzo a tostar el pan mientras pongo a hervir el agua y preparo las tazas.

Siento como abren la puerta de la cocina y gruño.

-¡Les dije que se largaran!- grito sin despegar mi vista de las tostadas.

-¡MÁS RESPETO!- siento como mis huesos crujen y mis músculos se tensan al igual que mi mandíbula.

Alzo mi mirada y puedo ver claramente los ojos de mi progenitor viéndome con rabia.

-¿Qué mierda haces aquí?

La única respuesta que recibo de él es una patada en el estomago lanzándome hacia el mesón corriéndolo por el golpe. Siento como el borde se incrusta en mi columna pero omito alguna queja o gesto, se que le gusta verme sufrir.

-Mira animal, soy tu padre así que me vienes a tratar como corresponde.- me mira soberbio-. Esta manada también fue mía así que puedo entrar y salir de acá cuando se me dé la haga.

-¿Qué quieres?

-Oye Jaspers huele a quemado-. Escucho la alegre voz de Bianca entrando a la cocina pero al vernos su alegría cambia a confusión y preocupación.- eh, yo mejor me voy.

-¿Otra de tus perras? Ten mas decencia, he visto mejores que esta-. la mira de arriba a bajo y se ríe-. Que bajo haz caído. Por lo menos debe de hacerlo rico-. Vuelve a reírse con mas ganas pero lo interrumpo.

-¡CALLATE!-. rujo en modo Alpha-. Vuelves a tratarla así y te corto la puta cabeza, que hace tiempo lo debí de haber hecho. Arrodíllate y pídele clemencia, ella será la futura luna de esta manada.

-Por favor hijo ¿no te podías conseguir a una mejor? ¡solo mírala! Es una débil humana, lo único que podrá hacer es darte hijos.

Me acerco rápidamente tomándolo del cuello haciéndolo que se le atoren las palabras en la garganta. Le entierro las uñas deseando que sean mis colmillos los que tengan el placer de descuartizarlo.

-¿Hijo? ¡oh dios!- se escucha un jadeo por parte de Bianca-. ¡Jaspers suéltalo! ¡es tu padre!

Se acerca rápidamente hacia nosotros pero la detengo antes de que llegue.

-No te metas Bianca. Nadie puede faltarte el respeto así y el que lo hace tiene que pagar.

-No seas bestia por favor- dice acojonada.

El viejo que esta entre mis manos trata de reírse pero solo sale un sonido gangoso y rasposo, haciéndolo toser.

-Eso es lo que somos-. Alcanza a decir.

Entierro más mis uñas en su cuello sintiendo en mis dedos el golpeteo de su pulso.

-Dios lo vas a matar-. Se aproxima aun cuando le vuelvo a gritar que no lo haga y es ahí cuando me arrepiento de no haberla detenido totalmente.

Todo pasa en cámara lenta.

Ella se acerca a mi padre tratando de liberarlo pero este la aparta bruscamente con el brazo diciendo unas palabras que no logro entender.

Bianca choca con la cocina y grita de dolor.

Tiro a mi padre contra la pared escuchando como sus huesos crujen, pero no veo nada más que a mi hermosa mate como llora descontrolada.

Me acerco rápidamente para ver que anda mal pero no veo ningún raspón en ella y me angustio pensando lo peor.

-¿Qué te paso? Mírame mi amor-. Trato de tocarla pero ella llora descontrolada mientras grita y se retuerce.- ¿en dónde te duele?

Sus respuesta no me llega solo sus sollozos y sus gritos.

Mi corazón cae en picada.

-¡MARTA! ¡TRAE AL DOCTOR, CURANDERO O QUIEN SEA QUE ATIENDA A MI MATE!-. gruño y grito estérico.

Mi mate se estremece y siento que moriré.

La tomo en brazos y la llevo a mi habitación a pesar de sus quejas y zamarreadas.

¿Qué le está pasando?

Al llegar cierro la puerta y le ruego que me cuente que le pasa. Si no me dice no podre hacer nada al respecto.

-Mi espalda-. Dice entre sollozos. Su cuerpo tiembla y su voz se escucha distorsionada.

La giro para ver de que se trata y veo manchas de sangre en su polera, al costado de su columna.

Trato de levantarle la polera pero solo logro que llore más.

Esta pegada a su piel.

-Mi amor tengo que despegártela para ver que tan grave es la herida.

-No, no, no, no- llora-. Me duele mucho.

Trato de despegarla lentamente pero solo escucho sus quejas y sus gritos mas fuertes hasta que se desmalla.

Logro sostenerla a tiempo y la acuesto boca abajo en la cama.

Termino de levantarle la polera y mi cuerpo hierve de cólera al ver la gran marca que tiene en su piel.

Se ha quemado con la cocina y tiene pequeñas heridas a carne viva.

Hijo de puta me las pagara bien caro.

Una cosa es meterse conmigo y una muy diferente es hacerle daño a mi mate.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora