Capítulo 41 EDITADO

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Comienza a besarme desde el comienzo de mi pantalón hasta llegar a mi cuello en donde lo lame y me deja un chupón para retomar su camino por mi mandíbula y la comisura de mi labio.

Sus manos mientras tanto recorren mi cuerpo al igual que sus uñas estremeciéndome ¿Dónde mierda aprendió eso?

Me giro para devorar sus labios pero se aleja antes y me mira seductoramente.

-Para que aprendas a no decirle a nadie más que a mí bonita o algún alago.

Wow.

Nunca creí ver a Bianca celosa y eso me pone a mil.

Vuelve a su labor pero esta vez devolviéndose; bajando por mi cuello, pecho, vientre y debajo de mi ombligo, hace un gesto de querer seguir bajando y yo gimo de solo imaginarlo.

-No sé porque te niegas tanto si te pongo así. Estas a mi merced, así que no te puedes negar.

-Bianca detente- pero no me hace caso y me saca el pantalón dejándome con los bóxer- Bianca ya para.

-¡¿Por qué?!

-Porque si sigues no me podre detener.

-¡No quiero que lo hagas!

-No me podría controlar y te lo podría hacer bruscamente haciéndote daño o te podría marcar.

Me mira sin decir nada.

Tiene miedo.

-Si ese es el problema márcame, ya soy tuya, no sé qué cambia eso.

-Te puede doler. Literalmente te muerdo el cuello hasta enterrarte mis colmillos.

-Buena Edward- se ríe de su mal chiste. Se inclina hasta quedar frente a frente y me mira a los ojos. Tienen un brillo especial en ellos.

Se inclina pero se desvía hacia mi cuello en donde lo besa, lame y succiona pera luego morderlo sacándome un gruñido.

-¿Te dolió?

-Más que doler me excite.

Y sin previo aviso me vuelve a morder mientras se frota sobre mi miembro mandándome corrientes a todo el cuerpo.

La abrazo fuertemente y gimo en su oído causándole un escalofrío.

-Te marque así que ahora me tienes que marcar tu a mí.

-Ya te dije, si te marco me podría descontrolar y podría volverme la bestia que soy.- digo estando en la nube libidinosa.

-¿Y quién dijo que no me gusta salvaje?

-¿Te gusta?

-Me encanta tu lado animal- me dice para verme a los ojos mordiéndose el labio.

¿Qué paso con la Bianca tímida?

Lo que hace el deseo.

Y no necesite más razones para levantarla y llevarla a mi habitación en donde la tiro a la cama y se ríe por mi conducta. La acorralo con mi cuerpo y escondo mi rostro en su cuello oliendo su exquisito olor. Se estremece y suspira.

Beso su cuello y comienzo a lamerlo dejándome un sabor dulce, a ella. Mis colmillos no tardan en salir.

Le saco el pantalón junto con su bragas mientras acaricio su cuello con mi nariz. Justo en ese momento su olor se intensifica y sé que me esta deseando.

Sus piernas se cruzan en mis caderas y siento libremente su sexo sobre la tela de mi bóxer y gruño porque está estorbando.

Me lo arranco sin poder decir el estado en el que quedo y me apego a ella gimiendo los dos pero lo ahogo cuando muerdo su cuello, siento mi cuerpo explotar al igual que el suyo.

-Esto recién comienza- digo lamiéndome los labios.

Me posiciono en su entrada y comienzo a embestirla posesivamente dejándome varios gemidos.

Sus uñas se entierran en mi espalda y yo gruño de placer.

No entiendo porque esto es tan intenso pero siento mi cuerpo arder a pesar de haberme corrido hace poco.

-¿Te gusta?

-Si- dice lujuriosamente.

-¿Me quieres sentir más?- digo jadeando.

Asiente con la cabeza, rápidamente la pongo en cuatro y la embisto sin demora sacándole un grito de placer.

-Jasper.

Sigo embistiéndola y siento que pronto llegare a mi liberación pero quiero verla, deseo ver su cara al correrse, así que salgo de ella y la hago ponerse sobre mí.

-Dijiste que lo harías tú. Yo te guío- y la levanto de las caderas hasta acomodarla y dejo que baje a su gusto.

Comienza a moverse lenta y tortuosamente pero después sube de intensidad, cierra los ojos de placer.

Sus manos rasguñan mi pecho y las mías aprietan su trasero mientras veo como sus pechos rebotan con cada movimiento de caderas que hace.

Se mueve un par de veces más y llegamos ambos al clímax.

Se sale de mí y se deja caer sobre mi pecho aun excitada.

Mi cuerpo se siente liviano y no puedo pensar en otra cosa que no sea en ella.

La abrazo y beso su cabeza para luego taparnos sin dejarnos de abrazar.

Siento como su respiración se hace más lenta y me doy cuenta que se quedó dormida.

Pobrecita, la deje exhausta al igual que ella a mí.

Quien diría que Bianca puede ser tan sensual cuando se lo propone.

Mi Luna, por fin eres mía en cuerpo y alma para toda la vida.

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Hola mis lectoras lobunas espero que les haya gustado y déjenme decirles que solo queda el Epílogo y tratare de hacerlo bastante largo para que lo gocen.

no olviden votar y comentar que yo soy feliz con ello.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora