Bianca se interpone entre nosotros y le ordena que se marche.
-Pero a ti qué te pasa, ellos solo me estaban ayudando.
-¿Qué haces aquí? Estoy seguro de que te dije que te fueras.
- ¿Es eso? ¿Estás enojado porque no me quieres ver?
-¡Maldita sea! Yo no dije que no te quería ver.- me aprieto las sienes.
-Pues eso me das a entender echándome de tu casa y tratando así a los demás por verme aquí.
-Esas son dos cosas muy diferentes. No mescles las cosas.
-Pues para mí no son diferentes. Siempre por alguna u otra razón terminamos discutiendo, el problema aquí es que cada vez que lo hacemos te pones violento. Te apuesto que si no me hubiera cruzado en tu camino habrías matado a Francisco.-gruño.
-No... no digas el nombre de otro hombre.-aprieto la mandíbula haciendo tronar mis dientes.
-¡Vez! –Mueve sus brazos exasperada- siempre tu puto genio de perros sale a flote aunque sea por una pendejada. ¡No le veo lo malo de que me ayudaran a prepararte algo!- grita roja por el enojo.
-Espera ¿Qué? ¿Me estabas cocinando algo?- sonrío mientras escucho a mi lobo ronronear.
Suspira ruidosamente.
-De verdad de que no puedo seguirle el paso a tu bipolaridad- me mira una vez más y se gira hacia el mesón donde descansan unos pequeños pasteles con la cafetera- como te vi que estabas estresado pensé en prepararte algo para comer por lo que pedí ayuda a dos señoras que estaban por acá para que me digieran en donde estaban los materiales y me ayudaran, pero de apoco fueron llegando más personas diciendo que el olor era exquisito y otras miraban fascinadas queriendo aprender la receta para hacerlas a sus mates o con mate, la verdad es que esa parte no entendí- río por su comentario.
-¿Y puedo comer?
-Los prepare para ti así que adelante. -Al probarlo se me hizo agua a la boca, es simplemente delicioso.- veo que te gusto-sonríe- menos mal, pensé en que como te ibas a quedar hasta tarde una taza de café te despertaría así que también te prepare una, además el sabor amargo de este queda muy bien con lo dulce del postre.
-¿Ya lo probaste? Es sin duda el mejor postre que he comido en mi vida.-ríe tiernamente mientras niega.
-No seas mentiroso, pero me alegra de que te haya gustado. La verdad es que no sabía si te iba a gustar o no.
-Cómo no me iba a gustar si lo hiciste especialmente para mi.- saco un trozo con la cuchara y la levanto a la altura de su boca- ten prueba- ella me mira unos segundos y después lo come.
-Mmmm tenías razón me quedo muy rico- sonríe y se relame los labios, acción que provoca que mi corazón se detenga y mi respiración de acelere.
Ella al ver lo que provoco en mí se sonroja y mira para otro lado tratando de apartarse, pero la sostengo del brazo mientras mis manos se dirigen lentamente a sus mejillas en donde puedo sentir el calor de estas.
-Mírame-digo en un susurro y es que este zoológico en mi interior no me deja articular palabra alguna.
Al mirarme sus ojos se agrandan y siento que sus mejillas se calientan más.
-Jaspers.- Dios.
Me acerco poco a poco a ella viendo sus labios rosados y finos tentándome a probarlos.
El leve contacto con ellos hace que todos mis sentidos despierten y un cosquilleo quede en mis labios. Tal parece que ella también lo sintió ya que se estremece cerrando los ojos como si así pudiera sentir mejor lo que yo despierto en ella.
Nuestros labios vuelven a unirse en un movimiento lento y tierno dándome permiso para que mi lengua entre a su boca para que pueda probar más de su embriagante sabor.
Gruño de placer y eso hace que la burbuja en la que estábamos reventara provocando que ella dejara de besarme.
Nuestras respiraciones están agitadas, puedo ver como ella sigue con los ojos cerrados, con los labios hinchados y con ese rosa en su rostro.
-Como creía. El postre sabe mejor el tus labios- hablo roncamente. Me acerco otra vez a ella para poder agarrar su labio inferior y morderlo levemente sacándole un angelical gemido.
Diosa luna no permita que este momento acabe.
No creo poder parar después de haber probado el fruto prohibido.
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Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~
Werewolf-¡qué te pasa idiota!¡aléjate!-me empuja apartándome de ella-¡soy lesbiana tonto! Y es así como muestra historia comienza, una no tan cliché en donde ella gusta de mujeres y yo de ella. ¿podre gustarle algún día? eso espero, pero... ¿Quién dice...