Capítulo 25 EDITADO

6.5K 362 14
                                    

MARATÓN 1/4

POV BIANCA

Hace más de dos horas que hemos estado bailando sin parar y mis pies piden clemencia.

Ayer recibimos una invitación de 4 chicos para ir a bailar, mis amigas chillaron de la emoción y aceptaron sin mi consentimiento, porque yo claramente iba a decir que no. No me malinterpreten, no es que no me gusta ir a bailar, pero es que somos 5 y es obvio quien se quedara sola viendo a los demás bailar: YO.

Después de haber peleado con ellas al final me convencen de ir así que aquí estoy, bailando con ellas hace más de dos horas porque los tipos no se dignaron a aparecer.

Estábamos por irnos cuando alguien me toma por detrás y ¿me huele? Sip, exactamente eso. Me estremezco al sentir su espiración en mi cuello pero al parecer se percata de eso y me estrecha más hacia su cuerpo como si pensara que me gustó lo que hizo.

Pero sin duda este idiota les lleva la delantera de todos los que esta noche me invitaban a bailar y es que con eso de olorosarme, para después reclamarme como suya ¿es que está loco? Que me cree ¿un trozo de carne?

Me giro ya con la cólera a más no poder y me quedo como momia viéndolo.

OMG.

¿Cómo un ser tan perfecto puede ser tan idiota?

Veo en sus ojos dolor o eso creo, las luces no me dejan verlos con claridad.

-¡Qué te pasa idiota! ¡Aléjate!-lo empujo bruscamente, sintiendo frio-¡soy lesbiana tonto!

Se queda como piedra mirándome sorprendido y ¿dañado? ¿Qué onda con este tipo?

Los hombres son unos cargantes, cuando rechazaba a alguno les decía que no gracias porque quería bailar con mis amigas, que no eran mi tipo o que se yo, pero al parecer les dañaba eso su ego así que se volvían hostigosos tratando de conseguir lo que quieren. Así que mis amigas se les ocurrió la brillante idea de que digiera que era lesbiana- más para la diversión de ellas- y me funciono, se iban con la misma cara que este lunático mientras escuchaba las risas de mis amigas.

Me gire hacia ellas y les indique que nos íbamos, ya tuve suficiente de la raza opuesta además mis pies de verdad piden un descanso.

Cuando estamos afuera me fijo que solo somos cuatro Laura no está.

-Oigan nenas ¿Qué les parece si nos acompañan a dar una vuelta y a cambio nosotros le damos una noche completa de placer?- dice un maldito borracho.

Eran cuatro tipos que a medida que se acercaban a nosotras se podía sentir el olor que desprendían: alcohol y como a algo descomponiéndose.

-¿Y se supone que salimos ganando algo?- susurra Ágata.

-Vamos no se hagan de rogar- se aproximan hacia nosotras- sé que quieres estar bajo mío gimiendo- lo dice mirando a Ágata. Gruñe al pensarlo.

Todos al parecer piensan lo mismo ya que cada uno nos agarra del brazo bruscamente.

-¿De dónde salió este?- pregunto al ver que de la nada sale el tipo de la fiesta y me libera del agarre del borracho.

-Esto terminara rápido mi amor, lo prometo- le dice dulcemente mirándome a los ojos. Gruñe en dirección al tipo que está delante de mí- hijo de perra aprenderás a no mirar a mi MATE y mucho menos a pensar en- no termina la oración y se lanza hacia a él.

Veo como se pelean y sin saber que hacer decido irme, que ellos se las arreglen de todos modos yo no le dije que me viniera a salvar, no soy ninguna clase de princesa.

-¿A dónde fueron tus amigas?- salto de un susto y me doy vuelta lentamente para verlo, pero al parecer no fue lo suficientemente lento porque me mareo pero él me sostiene justo a tiempo.

Que oportuno. Nótese el sarcasmo.

-Se fueron no sé a dónde- la verdad es que me fui sin ellas, no me fije si me seguían o no, pero me dolía un poco la cabeza y no sé si es porque tome o porque tanta mierda ya me colapso.

-¿Y te dejaron sola?- gruñe. Qué se cree ¿perro? me invita a su casa indignándome.

-¿Qué? ¿Por qué crees que yo querría ir a tu casa? ¿Es que me crees tonta? Lo más probable es que me siguieras para violarme y desacerté de mi cuerpo sin problemas, mira ¡estamos en un maldito bosque!

Me mete susto y me fijo a mi alrededor, de verdad me podía pasar algo, ni siquiera sabia en donde estaba, ya no veía el antro.

-¡Oye!- grito- ¡tampoco es para que te enojes! ¡OYE! ¡Espérame!- me acerco rápidamente.- ¿queda muy lejos?

Así caminados sin decir nada más, yo por mi parte mirando con cuidado el suelo para no dar un paso en falso y él... bueno ni idea, hasta que llegamos a la cabaña.

Que dios se ampare de mí aquí.

Entro. Duermo. Me voy.

Entro. Duermo. Me voy.

Entro. Duermo. Me voy.

Intenta algo y juro que lo mato.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora