-Bianca ven, hablemos afuera de esto ¿sí?- trato de tomarla del brazo pero lo aparta.
-¿Qué hay que aclarar? Haber dime. Esta más que claro... dios- se gira hacia los calabozos mirándolos con terror y tristeza.- mira lo que les haz echo ¿Por qué? ¿Qué te hicieron?
Sé que ante sus ojos soy en malo de la película y es que las circunstancias se prestaron para eso.
Lobos mal heridos, estando hasta los huesos, semi inconscientes esparcidos por todos lados, calabozos llenos de sangre y restos de piel de los roges. Es obvio que me ve como un enfermo, pero yo protejo a mi manada; esos malditos roges atacaron a miles de mi manada y a humanos inocentes que ni siquiera sabían quién les estaba desgarrando la garganta.
Ella no sabe que el olor de sangre aquí no es solo de ellos sino de vidas inocentes que fueron arrebatadas por ellos, por su sed de venganza.
-No es necesario que te lamentes por ellos, no se merecen tu tristeza... ven subamos ¿quieres? Tomémonos algo para que te relajes y vemos unas películas de esas que te gustan.- me trato de acercar pero me grita que me aleje.
-¿Te estas escuchando? ¡Eres un maldito monstruo! Cómo puedes hablar así.- se vuelve a girar a verlos para después verme a mí. Su respiración es rápida y sus manos le tiritan- necesito salir de aquí- y sin más sube las escaleras esquivándome sin siquiera rosarme.
Subo detrás de ella pero veo que se dirige a la salida.
-Bianca cálmate, hablemos.- la agarro de los hombros y la giro sosteniéndola fuertemente.
-¡Suéltame! ¡No me toques! – se retuerce bajo mi agarre. La suelto sin más.
-Calm...
-Ahora comprendo todo, él porque eres tan agresivo, tan impulsivo, tan violento. ¿Es así como me querías tener a mí? Todas las veces que peleamos y te desquitabas con todo ¿me querías pegar para después tenerme presa junto a ellos? Eres un puto psicópata lunático.- comienza a llorar descontroladamente.- No te quiero nunca más cerca mía o de lo contrario llamare a la policía.
Se sube al auto cerrando la puerta bruscamente, al parecer trata de insertar las llaves rápidamente pero se le caen de las manos. Veo como echa un par de maldiciones y se agacha a recogerlas.
Me acerco al auto y cuando estoy a punto de abrir la puerta su voz me detiene.
-Ni se te ocurra o te atropello. No estoy bromeando- dice venenosamente.
Sus palabras duelen.
Enciende el auto y se va sin mirarme dejándome otra vez en la nada.
Volverá, lo solucionaremos, siempre lo hacen...
El enojo me consume y entro, como alma que lleva el diablo.
Si no hubieran atacado no estarían aquí y mi mate no los hubiera visto.
Escucho un pitido agudo en mis oídos pero no siento nada. Nada más que rabia y odio.
Pasan alrededor de 5 minutos cuando me dejo caer lentamente al suelo y llevo mis manos a mi rostro mientras sollozos lastimeros salen de mi garganta, atragantándose con el nudo que tengo.
Mi corazón duele. Mi pecho arde.
-Mi amor vuelve, no soy como tú crees, yo nunca te haría daño, no a ti. Tus eres mi vida... así que vuelve por favor, te necesito.
Mi llanto hace eco en las paredes pero yo solo puedo pensar en que la quiero de vuelta. Una parte de mi sabe que no está del todo mal lo que dice y eso hace que me duela más. Soy un maldito monstruo.
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Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~
Hombres Lobo-¡qué te pasa idiota!¡aléjate!-me empuja apartándome de ella-¡soy lesbiana tonto! Y es así como muestra historia comienza, una no tan cliché en donde ella gusta de mujeres y yo de ella. ¿podre gustarle algún día? eso espero, pero... ¿Quién dice...