Epílogo

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-Te juro que si te sigues moviendo te amarrare a la silla- dijo mi beta.

-Es que no puedo esperar más.

Hoy es el gran día, por fin me casare con Bianca.

La verdad es que no me importaba mucho casarme, ya que ya estábamos unidos en cuerpo y alma pero al parecer eso es importante para los humanos y si a mi hermosa mate la hace feliz, pues a mí también.

Pero es increíble que aun cuando yo le pedí matrimonio se negó.

-Mi luna dime algo- digo angustiado.

Todo era perfecto, estábamos volando en un globo aerostático bajo la luz de la luna llena, con todas las luces de la cuidad iluminando, como si fueran las luces de un árbol de navidad a lo lejos.

Aun seguíamos en la manada por lo cual el olor fresco a tierra y arboles se sentía en el aire.

Nos habíamos elevado más de la cuenta para no chocar con los arboles más altos y al parecer fue una gran idea ya que Bianca miraba embelesada el paisaje.

Solo éramos ella y yo.

Pero ¡¿Por qué mierda no me responde?!

¿Le tiene miedo a las alturas? No, no creo, lo dudo.

-Bianca por favor.

-Sabes que me encantaría casarme contigo pero aun soy muy joven y quiero terminar mi carrera. Mis vacaciones pronto terminaran.

-Tú me dijiste que te querías casar- digo frustrado.

-No, corrección: yo te dije que me gustaría casarme, no que me pidieras matrimonio.- suspira al ver mi cara-. Solo espera a que me titule y tenga un trabajo estable.

-¡Para qué! Yo te puedo dar todo, soy un maldito Alpha.- gruño.

-Quiero ser independiente, ganar dinero haciendo lo que me gusta, gastármelo sin tener que pedírselo a nadie y tener que dar explicaciones. Solo espera. Este es un sí pero a futuro.

-¿Eso quiere decir que te tendré que pedirte la mano otra vez?

-No mi amor, no será necesario- y me besa tiernamente.

Pero al final la espera no fue tan larga ya que después de unas semanas se entero de que estaba embarazada de gemelos y sus padres hicieron un alboroto diciendo de que no podían nacer fuera de un matrimonio y no sé qué cosas.

Fue como ver al diablo en persona cuando ella se dio cuenta que yo sabía y no le había contado de su bendición por dos.

Así que la frustrada de mi mujer se jalo el pelo, gruño, grito y hasta se escapó; aunque ella dice que no lo hizo, que solo quería un tiempo a solas pero eso es escaparse, y al final de tanto drama acepto casarse.

Tuvimos que movernos rápidamente ya que la gestación de los lobos son de 60 a 63 días pero como nosotros somos hombres lobos se alarga a 4 meses.

-Ya es hora- dice Romina sonriéndome.

Yo me detengo de golpe y mi corazón tiene un altibajo.

Caminamos hacia el altar en donde veo a toda la manada y a la familia de mi luna reunidas en las bancas.

No sé si era idea mía pero el día estaba más hermoso de lo normal.

Los colores estaban brillantes y el sol daba tenues rayos pero sin dar calor, los pájaros cantaban, las flores ya habían salido dándole vida y color al bosque.

Vuelvo a la realidad cuando escucho la música nupcial indicándome la llegada de Bianca.

Al girarme quedo anonadado al verla.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora