Capítulo 13 EDITADO

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No podía parar de reír.

Desde que entre fui acogido muy bien por la madre de Bianca quien en este momento estaba roja de vergüenza.

Su madre me contaba anécdotas de ella cuando era chica mientras yo lo escuchaba fascinado y es que conocer un poco de mi mate cuando era niña es bastante tierno, me mostro unas fotos bastante embarazosas.

-¡Mamá! Deja de mostrarle mis fotos- se queja haciendo un berrinche.

-Mi amor qué tiene, si tu novio, tiene el derecho de conocerte cuando eras más pequeña.- esta vez el que parecía semáforo soy yo- mira que tierno, hasta se sonrojo.- se ríe de mi- iré a buscar más galletas.

-Ven, pasa eso-dice estirando la mano con la intención de tomar el álbum, pero yo me levanto y lo alzo mientras sigo viendo las fotos.

-No. Estoy bastante entretenido viéndolas- ella se queja y comienza a saltar tratando de agárralo pero yo se lo impido corriéndola con mi trasero.- sale, déjame terminarlo de ver.

-Devuélvemelo, es mío.

-Sí sé que es tuyo, por eso lo veo-una vez que lo termino de mirar me giro y la veo de brazos cruzados.

-¿Terminante?

-Sí.

-¿Me lo devuelves?- se lo entrego y ella me saca la lengua causando una carcajada de mi parte.

Esta actitud tan infantil de ella nunca me la había mostrado en estas semanas que nos hemos visto, siempre se muestra enojona, gruñona, mandona. Pocas veces está contenta conmigo por lo que es difícil controlar mi enojo al ver como sonríe con Romina todo el tiempo y a mí una vez a las mil quinientas.

-Tu padre está llegando- informa la señora Roxana, la madre de Bianca.

-¿Cómo ha estado papá?- se gira hacia donde su madre.

-Bien, cada vez más viejo- ríen ambas.- estará contento de verte, siempre se acuerda de ti. Bueno, me tengo que ir, quede con Claudia y las demás, lo siento. Si me hubieras dicho que vendrías lo hubiera cancelado. Jaspers ¿me puedes hacer un favor? Lo que pasa es que no quiero dejar a mi chanchita sola, ¿puedes quedarte hasta que llegue mi esposo? Solo serán unos minutos.

-No se preocupe señora, vaya tranquila.- se despide de ambos y sale de la casa-¿da miedo tu papá?- me mira tiernamente y niega con la cabeza.- pues a conocer a mi suegro- esta vez río yo.

-Ah con respecto a eso lo siento, mi madre siempre interpreta las cosas mal.

-¿Tus padres no saben sobre tu preferencia cierto?- le pregunto mientras tomo asiento en el sofá al lado suyo.

-Ellos no tienen ni idea y prefiero que sea así, si es que no te importa.

-Tranquila, confía en mí-. En cierta parte la comprendo.

Estábamos llegando al final de una película cuando se abre la puerta de la entrada dejando ver a un hombre bastante mayor con un par de canas y algunas arrugas.

-Papá llegaste- Bianca se aproxima a él y lo abraza fuertemente.

-Hija mía ¿Cómo has estado? Te he extrañado mucho- sonríe de oreja a oreja. Se separa un poco de ella y la observa con detenimiento- estas más hermosa hija, como has crecido.

Luego me mira a mí y frunce el ceño.

Me levanto enseguida y me presento. Este no muy a gusto me la estrecha y se presenta como Carlos.

A pesar de esa presentación tan incómoda después al igual que con su mujer reíamos con cosas de mi mate cuando era pequeña.

-Ya papá detente, ya tuve suficiente con que mi madre lo hiciera para que ahora tú también.

Estábamos sentados en el sofá tomando cerveza, cortesía de él.

-Está bien, está bien, pero es que me sorprende de que por fin trajeras a un hombre a la casa- esta vez me mira a mí- siempre trae amigas suyas. La verdad es que cada vez que venían me dejaban los oídos doliendo de tantos gritos de daban.

No sé porque no me extraña que solo haya traído "amigas" y me enfurece más al saber que gritan. No quiero ni pensar el por qué.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora