Capítulo 1 EDITADO

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Aburrido, así me sentía en este momento y es que estar en el auto de mi beta Romina para ir a un antro, a las afuera del bosque, no es uno de mis mejores panoramas pero, debido a que hace un par de días hubieron ataques hacia los humanos en ese lugar por parte de roges que nosotros desterramos, estamos en la obligación de tomar medidas en el asunto.

Se que tener a Romina como mi beta puede ser estresante y confuso ya que es la primera beta mujer que existe hasta el momento, pero es eficiente, no se queda atrás de ningún hombre lobo.

Ya al llegar nos bajamos viendo las largas filas para entrar, los guardias cuidaban la entrada, habían personas ya vomitando por todos lados y unos que otros durmiendo en el suelo, lo típico.

Nos acercamos a la entrada del antro y pasamos sin problemas a excepción de las quejas de personas que estaban esperando poder entrar. Una vez adentro se siente el sonido de la música hasta tu celebro por el volumen, el piso se mueve bajo nuestros pies y las luces de diferentes colores iluminan la pista de baile.

El olor es bastante fuerte, es una mescla de sudor, alcohol, sexo, vómito y mescla de perfumes.

Subimos al segundo piso para así ver todo con mayor claridad, pero lo único que era claro era mi aburrimiento mientras pasaban las horas  pero mis sentidos se agudizan al sentir un leve olor a malvavisco acelerando mi pulso.

Mi lobo se pone inquieto.

"¿Qué pasa?" le pregunto por enlace.

"¡MATE! ¡Búscala!" grita feliz.

Sin perder más tiempo comienzo a caminar tratando de seguir el rastro de olor. Maldita sea, es tan difícil sentirlo con el contraste de todos estos olores que están aquí. Desesperado comienzo a empujar a todos los que se me cruzan y por fin la veo.

Es baja, de pelo color castaño, ojos claros como un día nublado, de piel blanca, con un cuerpo delgado pero con las curvas necesarias, se ve inocentemente sexy.

Sin esperar la tomo por detrás.

Siento como se estremece al notarme y mi lobo salta feliz al saber que su cuerpo reacciona al mío. 

Me hacerlo a su oído para susurrarle:

-Eres mía- cierro inconscientemente mis ojos, espere tanto para pronunciarlo que con solo decirlo.

Se gira para mirarme y en ese momento mi mundo se desmorona al ver en sus ojos asco y miedo.

No lo entiendo ¡¿Por qué mierda me mira así?!

-¡Qué te pasa idiota! ¡Aléjate!-me empuja apartándome, causándome frio por la falta de su contacto-¡soy lesbiana tonto!

Sus últimas palabras quedan retumbando en mi cabeza sin podérmelo creer.

Mientras aún estaba en shock veía que el amor de mi vida se iba alejando hasta no estar en mi campo de visión.

Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora