Mi Mate es ¿lesbiana? ~EDITADO~

Capítulo 17 EDITADO

-¿Me vas a decir que mierda te pasa?

-Hazme una vez más esa pregunta y no me va a importar que seas mi beta- gruño entre dientes.

Desde que Bianca me ilusiono mi humor esta de perros y no solo con ella sino con todos. Cabe destacar que como he estado ausente en mi manada el trabajo es el triple y debido a eso no puedo ir a ver mi mate. No sé si eso es bueno o malo.

Quiero verla, eso es seguro, pero no quiero que me venga con las mismas pendejadas del otro día.

Si, sé que debería de estar feliz de que haya abierto su corazón hacia mí y que me contara todo eso pero joder yo no quiero ser su puto amigo, quiero que me trate con cariño por ser su pareja destinada no por otra razón.

-Alfa tenemos una intrusa, se hace llamar Naira - dice Marcelo, un lobo de alto rango.

-Me da igual quien sea, llévenla a los calabozos.- me levanto enojado.

-¿A dónde vas?- pregunta Romina llegando con más papeleo para mí.

-A ver a la intrusa.

....

-¿Listo?

-No, todavía quedan unos cuantos, te los traigo enseguida- se gira y se va dejando la puerta entre abierta.

Me alboroto el pelo frustrado.

Golpean la puerta y gruño exasperado.

-Sabes que la maldita puerta está abierta. Pasa de una puta vez.

-Disculpa, quizás no vine en el mejor momento, será mejor que me vaya.- Me levanto de golpe al oír su voz.

-¿Qué haces aquí?- me mira y se sonroja.

Por favor no lo hagas.

-Como últimamente no me ibas a ver trate de llamarte para saber que pasaba pero tampoco me respondías. Era obvio que estabas ocupado- esto último lo susurra más para ella que para mí- la cosa es que me preocupe y vine a ver como estabas.

-Ahora estoy un poco ocupado. No sé a qué hora termine y después tendrás problemas para volver a tu casa así que será mejor de que te marches.

-Mmm comprendo.- y sin más sale de mi oficina dando un portazo.

Mi cabeza ya no da más, he estado dos horas sentado con el culo entumecido viendo informes sobre ataques, manadas vecinas, entre otras cosas que en estos momentos no quiero pensar.

Siento un olor a café con algo que no alcanzo a descifrar pero sin duda abre mi apetito por lo que no dudo en bajar a la cocina para ver lo que mis sirvientas preparan.

Al llevar al piso de abajo escucho murmullos al igual que muchas risas que con cada paso que doy se escuchan fuertes y claras. Frente a mi estaban 10 de mis sirvientes; 7 mujeres lobas y 3 hombres lobos, todos estos riendo de lo que Bianca decía y hacía.

¿Qué mierda hace aquí? ¿No le dije que se fuera?

Ellos al parecer todavía no sentían mi olor porque seguían riendo y mirando de más a mi mate.

-¡LARGO!-grito enojado.

Todos saltan en su lugar pero no tardan ni dos segundos en reaccionar para dejarme casi a solas con mi mate de no ser por uno de mis sirvientes que sostiene una bandeja.

-Aquí tienes Bianca, ten cuidado. No te vayas a quemar que están calientes.

-Te juro que te mato ¡TE HE DICHO LARGO!

¿Qué se cree este lobo asqueroso al preocuparse por mi mate y al tutear a su futura luna? Oh es lobo muerto.

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