•My Love•CHANYEOL• •TERMINADA•

*36*

Narra Chanyeol:

Sentí los párpados pesados, nauseas, y una infinidad de cosas. Me encontraba ubicado en una sala llena de camillas vacías y sin presencia de nadie.

¿Por qué?.

El chillido del metal contra pavimento me sobresaltó. Me di cuenta que era una chica de baja estatura.

—¿Doctora?.—Los intentos de levantarme se perdieron al sentir esos golpes de dolor que nacían entre mi pecho.

—Enfermera.—Entró por completo.—¿Se siente mejor, Señor.. Park?.—Abrió uno de los portafolios entre sus manos.

—N-No lo sé..—Descansé mi respaldo sobre las pocas colchas de la gruesa cama.— ¿Le puedo preguntar algo?.

—Dime.—Sus pasos se dirigieron hacia mi.

—¿Qué hago aquí?, ¿Por qué estoy aquí?.—No sabía qué demonios pasaba y menos por qué estaba aquí, con suero, sangre y envoltorios sobre dorso.

—Como dice aquí, usted recibió un disparo de bala en el Pectoral Mayor. Afortunadamente no llegó a mayores como para tener paso hacia su corazón.—Confirmó. Miró el suero que estaba conectado desde mi pecho y muñeca.—Tengo que cambiarle el suero cada 2 horas, así podrá obtener más fuerzas.

—T-Tengo una pregunta.. otra.

—Umh.—Sacó un jeringa y la conectó al cable que mandaba sustancias hacia mi muñeca y empezó a introducir variantes cantidades de líquidos.

—¿Por que me duele tanto la cabeza?..

—En eso no estoy segura. Ahorita vendrá su doctor y otras enfermeras en ayudarlo con eso.—Sonríe y sale de la habitación.

Después de unos minutos veo que entra un doctor y otras personas acompañándolo por ambos lados. Entre ellos, sacan un vistosa silla de ruedas, viéndola bien, tenía en el respaldo mi nombre pegados con un poco de plástico.

—Al parecer ya despertó.—Una de las chicas escribía atentamente cada suceso.—¿Cómo se encuentra, Sr. Park?.—Una mano se dirigió hacia mi frente.

—Dígame Chanyeol, Por favor.—Estaba incomodo por ello.

—Si así lo prefiere. Bueno, Chanyeol.—Por sus leves marcas en sus facciones, entendí que era un señor de casi mediana edad.— Yo solo intento ser cortés pero como desee.

—Ya está lista Doctor.—Una enfermera avisa poniendo la silla en frente mía.

—¿Que quieren que haga con esto?.—Dije algo incrédulo viéndola.

—Por favor ayúdenlo a subir.—Sin oir su respuesta aún, las enfermeras se acercaron y me quitaron un poco del agarre de la camilla, sentándome en la "cómoda" silla.

—¿Ya lo llevamos, Doctor?.—Habló una.

—Si.

Yo, sin saber qué pasaba, salí junto con esas chicas, sentado en la dirá silla.

Nos encontramos con un amplio pasillo, en donde se encontraban muchas personas sentadas con revistas, celulares u otros tipos de distracciones, en unas bancas que están pegadas hacia la pared.