•My Love•CHANYEOL• •TERMINADA•

*44*

Narra _____:

—¿¡Ya lista!?.—Alice gritaba por el otro lado de la línea. Yo estaba apurada en poderme poner esa ajustada falda.

—¡Espera!.—Mi celular estaba en uno de mis odios, mientras tenía ocupadas mis manos en la apretada prenda.

¿Mis piernas se pusieron gordas o la falda se ajustó con la lavada?..

—¡_____!.

—¡Ya voy, YA VOY!.—Me subí el cierre trasero de ella. Con una bolsa pequeña y grandes cantidades de dulces dentro, corrí por las escaleras y llegué a la puerta.

Alice estaba colgando la llamada desde su móvil. Yo me encontraba cerrando la puerta.

—¿Otra aún más corta?.—Colocó ambas manos sobre sus mejillas y su boca estaba en forma de una total "O".

—¡No es mi culpa!, ¿¡Si!?.—Cerré con un portón.—Sube al puto carro.—Entré molesta.

—Tranquila, patrona.—Entró a risas.

(...)

—¿Tan mal van?.—Se recostó sobre su locker.

—Lo dice la que peleó con su primer novio por unas zapatillas.—Rodeé los ojos.

—Rápido, tu clase ya pronto comienza.—Se puso detrás de mi y peino con sus largos dedos mi cabello sin peinar.

—Gracias.—Moví mi bolsa sobre mi hombro y caminé con pocos libros sobre mis brazos.

Alice se fue a su salón.

Yo al mío.

Tengo la duda de por qué Suho está tan mal humor conmigo.

¿Chanyeol?.

-De seguro.

En cuanto entré a mi aula, vi a Suho con un pequeño número de compañeros a su lado.

—¡Su..—Mi saludo y medio quedó en el basurero. Suho solo vio mi mano moverse como tonta en el aire y decidió ignorarme.—¿Qué le pasa?.—Con un temor pequeño dentro de mi, caminé hacia mi lugar, topándome con Chanyeol escribiendo algo en su libreta.

—Deja de observarme.—Sin quitar la vista de la libreta roja, advirtió.

—¿Quién dice que te veo?.—Pasé por su lado, sentándome en mi silla.

—Siento tus ojos, enserio.—Dijo casi entre dientes.

—Raro.—Puse mis útiles sobre el asiento.

Después de unos pocos minutos y unos segundos de intercambio de malas palabras entre ambos, llegó el maestro.

—..¿Por qué trae puesto eso?..—Park susurraba de momento que miraba hacia el grande porcentaje de piel enseñada por mi.

—Que, ¿Te molesta?.—Dije sin miedo.

Él se sobresaltó al notar mi respuesta. Estoy segura que no tenía idea alguna que lo escuché.

Extrañamente, libro de matemáticas se colocó sobre mis muslos.

—¡Está fri-..—Arriba del libro estaba una mano.—¿Por qué me pones esto?.—Miré hacia el.

—Solo.. déjalo allí..—Fijaba su mirada hacia el otro extremo del salón, evitando ver su sonrojada cara.