Mi vida era perfecta, a mis 19 años tenía todo lo que quería, una buena vida, una posición económica llena de lujos, una familia increíble, unos amigos maravillosos y un gran novio, nunca me hizo falta nada, siempre tuve todo lo que quise, pero el d...
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-Flor: Se quedo dormido - dijo mirándolo.
-Babi: Sí, estaba cansado...no sé si dejarlo aquí o decirle que vaya a dormir a la habitación.
-Flor: Déjalo ahí, iré a buscar algo para taparlo.
Saqué sus brazos que me tenías abrazada y luego levanté suavemente su cabeza para que pueda salir.
-Flor: Toma - me entrego una manta.
-Babi: Gracias Flor - lo tapé entero.
-Flor: Tienes hambre?
-Babi: No, pero hay frutillas?
-Flor: No, pero si quieres pido que vayan a comprar.
-Babi: No te preocupes, voy yo - dije.
-Flor: Pero como vas a salir si Neymar aún no ha dado la autorización de que te dejen salir - respondió.
-Babi: Cierto, pero tu me ayudarás...ven - le dije para que me siga.
Salimos al patio y fui donde el guardia para ver que podía hacer.
-Babi: Necesito salir, me puedes pasar las llaves del auto de Neymar? - pregunte.
-Guardia: Usted no tiene autorización para salir - respondió.
-Babi: Ni porque soy la novia de el jefe puedo salir? - me crucé de brazos.
-Guardia: Eso es cierto - le preguntó a Flor.
-Flor: Sí, desde hoy ya puede salir de la casa - respondió.
-Guardia: Tome y perdón señorita - dijo entregándome las llaves.
-Babi: No te preocupes y gracias - le respondí.
Me subí al auto y me dirigí al supermercado.
Cuando llegué, me estacioné, saqué el dinero, mi teléfono y las llaves.
Fui a la sección de frutas y verduras por mis frutillas y luego fui por crema para comerlas, además de comprar un agua mineral para el camino.
Pagué todo e iba saliendo cuando se escucharon balazos, toda la gente comenzó a gritar, por la entrada principal se veían unos hombres que estaban vestidos de negro diciéndole a la gente que se agachen y por la entrada trasera que daba al estacionamiento que era donde estaba yo, vi que venían más hombres, a si que me tuve que esconder en un espacio que había entre una muralla y la pared del supermercado.
No sabía si entraría ya que el espacio era muy reducido, por lo cual primero metí las bolsas y luego me quise meter yo y no entraba.
-Babi: Vamos Babi - dije en susurro.
Los hombres ya se iban acercando, a si que con todas mis fuerzas presione mi cuerpo para que entrara, hasta que lo logré, ahora rogaba que esos hombres no me vean.
Afortunadamente los hombres entraron sin verme, pero no podía quedarme ahí esperando a que se vayan, ya que mi cuerpo no aguantaría.
Salí con mucho cuidado, tomé mis bolsas sin hacer tanto ruido y caminé en puntillas para que el tacón de mi zapato no haga ruido.
Cuando estaba llegando al auto, comencé a correr y saqué las llaves para subirme al auto.
Cuando al fin lo logré, vi a través del espejo que venían dos hombres hacía a mi, así que hice partir el auto más que rápido.
Antes de salir de la ciudad, me aseguré de que ningún auto me estuviera siguiendo y cuando estaba segura, me fui a casa.
Me bajé del auto, le entregué las llaves al guardia y entré corriendo a la casa debido al susto.
-Neymar: Hasta que llegas - dijo sentado en el sillón y provocando que me asustara.
-Babi: Ay me asustaste...veo que despertaste - dije agitada.
-Neymar: Que te asustaste? Pero si no hice nada, estás bien? - me miró con dudas.
-Babi: Claro, solo que entré corriendo...he...iré a dejar esto a la cocina - volví a correr.
Necesitaba calmarme o sino Neymar descubriría que algo oculto y no quiero que se enoje o se altere, como es posible que en un solo día me pasen dos cosas malas y eso que el día aún no termina.
