Capítulo 1

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Noticia inesperada:

Hoy es sábado, en una semana empezarán las clases. Corrección: las odiosas clases.

Son las once y media de la mañana. Ayer le dije a Peyton, mi mejor amiga, que la llamaría sobre esta hora para avisarle de que venga a comer. Peyton pasa la mayor parte del tiempo en mi casa porque siempre estamos solas. Nuestra rutina favorita es de peli, cotilleos y pizza a cualquier hora.

Mis padre es piloto de aviación y mi madre azafata. Por su trabajo, están la mayor parte del tiempo fuera de casa. Hace una semana se fueron de viaje y hoy volverán a casa para contarnos cómo lo están llevando. Lo malo es que mañana volverán a irse. Cualquier adolescente daría lo que fuera para estar sola, pero a mí ya me cansa hacer de madre de mis hermanos. Necesitamos un poco de atención. 

Si no me equivoco, vendrán en una hora, así que lo mejor será que llame a Peyton y después me ponga a recoger con los idiotas de mis hermanos.

Ella no tarda en responder, vive pegada a su móvil. 

—¡Hola, Becca! —saluda mi mejor amiga a través del altavoz.

—¡Peyton! ¿Qué haces? —pregunto mientras me siento en el sofá. 

—Estaba actualizando mi perfil de Instagram. ¿Sabes que Frank y Harry están saliendo? Se ve que Har...

—Déjate los cotilleos para cuando vengas a comer —bromeo y nos reímos —. Vente sobre las dos a casa. Mis padres vuelven hoy, por cierto.

—¿¡Enserio!?—la escucho decir asombrada.

—¡Sí! Estoy bastante nerviosa y...

—Becca, espera un segundo que me llama mi madre —me interrumpe.

—Vale, te espero —asiento mientras me levanto del sofá y voy hacia las ventanas para abrirlas y que la casa se refresque un poco. Unos segundos más tarde, Peyton vuelve a hablar.

—Becca, malas noticias. Dice mi madre que la tengo que acompañar a hacer unos recados, no puedo ir a tu casa hoy a comer —dice apenada y suspiro.

—Jo, ojalá pudieras venir. Serías mi vía de escape. En fin, quedamos en cuanto estés libre.

—Me encantaría estar contigo, Becca. Me tengo que ir ya. Te quiero, chao.

—Yo también te quiero, Pey. Adiós —cuelgo la llamada.

Genial, ahora mi mejor amiga no viene. Me lo pasaré de lujo con mis padres, que se note el sarcasmo. Lo único que queda por hacer es limpiar la casa rápido, muy rápido. Mis padres ya estarán por llegar.

—¡JACOB, DAMIEN! ¡HAY QUE RECOGER LA CASA! —chillo.

Espero su respuesta durante unos segundos, y al no obtenerla, doy por hecho que están jugando con la play. Como mi maldad no tiene límites, decido ir a su cuarto y desconectarles la play. 

—¡Hey! Rebecca, vuelve a conectarla — dice Jacob algo molesto por estropear su partida.

—Becca, ¡vuelve a conectarla ahora mismo! —sigue Damien, su gemelo.

Quizás se me olvidó nombrar que Jacob y Damien son unos gemelos idiotas de 13 años.

—No pienso conectarla, hay que recoger la casa ahora mismo. Papá y mamá no tardarán en llegar.

Idiota, te ganaré. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora