Preguntas sin respuesta:
Empiezo a caminar por la acera deseando poder escuchar música en mis auriculares, pero no puedo. Como si el cielo entendiera mi tristeza, empieza a llover. Un coche pasa por mi lado después de unos minutos y me salpica de arriba a abajo. Consigo ver el conductor, es Francisco. Este mañana se va a cagar.
Camino hasta casa lo más rápido posible y al entrar, Jacob corre hacia mí.
—Oh, mira quién viene, si es mi súper hermana, la mejor del mundo —dice Jacob abrazándome.
Jacob es el más borde así que su comportamiento me deja anonadada. Si esto lo hubiera hecho Damien, no me sorprendería tanto.
—¿Qué quieres?
—Necesito 10 euros, hermanita. ¿Puedes dejármelos?
—No —digo y veo como hace un puchero. Antes de que intente convencerme, subo arriba. Necesito una ducha urgente.
(...)
Me estoy secando el pelo en mi habitación cuando alguien toca la puerta.
Paro el secador y hago que pase.
—Hola, Becca. Tus amigos te están esperando abajo —dice Jack.
—¿Quiénes?
—Baja y mira —se encoje de hombros.
Cuando bajo, veo a Juan, Arnau y Rubí.
—Hola, guapa —me saluda Arnau dándome un beso en la mejilla.
—Hola, Arnau —sonrío. Me encanta que haga eso.
—No sé qué tiene de guapa esta cucaracha —ríe la hueca.
—Pues déjame decirte que ella —me señala —. Es una hermosura con belleza natural, no cómo otras.
—Será mejor que paréis de pelear, antes de que empeore —advierte Juan.
—Vamos al salón a hacer el trabajo —propongo y los tres me siguen en silencio.
—Bonita casa —dice Juan mirando el salón.
—Supongo que mis tíos tienen buen gusto.
—Oh, ¿no tienes padres?, ¿o es que no te quieren? Normal, nadie puede quererte —sonríe burlona.
—Sí, sí tengo padres. ¿Me quieren? Sí, sí no, no me hubiesen buscado. En cambio, tu solo eres un error de una noche —la señalo cabreada.
—Por favor, o paráis ya de pelear o me largo. He venido a hacer el trabajo, para ver peleas me quedo en casa —espeta Juan.
En cierto modo tiene razón. Debe ser incómodo para él.
—Por cierto, ¿y Fran? —pregunta Arnau para cambiar de tema.
—No ha querido venir a casa de esta cucaracha, lo que es normal.
Las dos horas siguientes transcurren muy pero que muy lentas. Cuando llega la hora de terminar siento un alivio enorme.
—Adiós, cucaracha —se despide Rubí.
—Adiós, Becca —me sonríe Arnau. Yo le doy un abrazo en forma de despedida.
Suficiente cabeza hueca por hoy.
—¡Becca, ven a mi despacho! —escucho gritar a mi tío cuando ellos se han ido y suspiro.
Me dirijo hacia allí y al entrar me siento en la silla.
—He hablado con el director Utrera. Me ha dicho que va a reducir tu castigo para darte otra oportunidad. Mañana es tu último día de castigo —comenta con los dedos cruzados sobre la mesa y abro los ojos de par en par.
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Idiota, te ganaré. (COMPLETA)
Genç KurguLos secretos que la familia de Rebecca Miller tanto intenta esconder se ven amenazados cuando ella y sus hermanos deben irse a vivir a España con sus tíos. Los secretos corren peligro, pero, ¿podrán guardarlos?