¿Hermanastros?:
Abrazo a Fran y a Rafa después de media hora de disculpas. Sé que no querían que nada malo me pasara, y he acabado aceptando sus disculpas.
No quiero decir que todo vuelva a ser chupiguay entre nosotros, pero estoy dispuesta a intentarlo. Fran suspira aliviado y en seguida vuelve a recurrir a sus estúpidas bromitas.
Salimos de la habitación y mis hermanos son los primeros en acercarse. Los abrazo fuerte y susurran cosas que ni siquiera llego a entender.
—Ahora que estás bien, podríamos dar una vuelta. Aún hay un cumpleaños que celebrar —dice Richelle después de abrazarme.
Sonrío y todos salimos de la cabaña después de que Arnau se cambiara la ropa.
(...)
—Ya está anocheciendo —dice Ruth mirando el cielo.
—Lo hemos notado —le dice Chad cortante y Adrián le pega una colleja.
—Hace mucho frío...—me quejo y Arnau pasa su mano por mi cintura.
—Hagamos una hoguera —dice Richelle y Rafa asiente.
Media hora después nos sentamos todos alrededor de la hoguera, sin saber muy bien dónde estamos.
—¿Cómo se supone que llegaremos a la cabaña? —pregunta Jacob mirando a Arnau.
—Creo que tendremos que esperar a que amanezca. Ahora estamos desorientados y no vemos nada —le responde mi novio.
—No jodas...—se queja Damien poniendo voz chillona.
Apoyo mi cabeza en el hombro de Arnau y cierro los ojos.
Este día ha sido agotador, y después de un bostezo me quedo dormida.
(...)
—¡Ya ha amanecido! —grita Fran despertándonos a todos.
Me levanto con cuidado y mi espalda cruje. Supongo que son las consecuencias de haber dormido en el suelo.
Hoy es el quinto día aquí, por lo tanto, vendrá a recogernos el mini-bus. A pesar de que casi me muero ahogada, me quedo con unos recuerdos muy bonitos.
—Buenos días a ti también —gruñe Elisa.
—En marcha —dice Chad y empezamos a buscar el camino de vuelta.
—Quiero que sepáis...—empieza a decir Ruth—. que han sido cinco días maravillosos. Y volvería a repetir estas pequeñas vacaciones, omitiendo una cosilla —ríe nerviosa y me mira.
—Yo también me lo he pasado genial, gracias a todos —sigo y nos damos un abrazo grupal.
Todo nuestro sudor se junta, y en seguida nos apartamos y reímos.
Un rato más tarde llegamos a la cabaña y vemos el mini-bus justo donde hace cinco días nos dejó. Corremos a por nuestras mochilas y después de saludar al conductor subimos.
—¡Hola! —saludan mamá y papá en cuanto bajamos del mini-bus—. Pasad, seguro que tenéis hambre —dice papá y Damien asiente contento.
En cuanto nos sentamos todos en la mesa, mamá habla:
—¿Cómo han ido esas pequeñas vacaciones? —nos miramos todos entre todos y me ofrezco a responder.
—Intensas —digo y una sonrisa amenaza con salir.
—Ay —se queja Elisa de pronto y se agarra a la mesa. En seguida me levanto y voy junto a ella.
—¿Qué pasa? —le pregunto.
—Un pequeño mareo, no es nada.
—Becca, acompáñala para que se acueste en su cama —ordena mi madre y asiento.
La ayudo y la recuesto en su cama.
—Lo cierto es que llevo mareándome durante tres días —dice y la miro fijamente.
—Te habrá dado mucho el sol —dice Richelle entrando en la habitación y ella la mira torciendo la boca—. Los demás se han ido. Todos, menos Arnau y Fran.
—¿Fran? ¿Porqué se ha quedado Fran? —pregunto y se encoje de hombros.
—Tu padre quería hablar con él —frunzo el ceño y salgo de la habitación.
—¡Estás loco! —oigo chillar a Fran desde la habitación de Evelyn. Me acerco sin hacer ruido y pego la oreja a la puerta.
—No, Francisco, no estoy loco. Tengo pruebas —se escucha un largo silencio y luego la risa forzada de Fran.
—¿De dónde has sacado eso? ¿Se lo has robado a mi madre? —pregunta furioso.
—No, Francisco. Tu madre me las ha ido pasando a lo largo de tu vida. Ella quería que su hijo conociera a su padre, y por fin su sueño se está haciendo realidad.
¿¡QUÉ?!
¿¡MI PADRE ES TAMBIÉN EL PADRE DE FRAN?!
Imposible.
Caigo de culo, provocando un gran estruendo y la puerta en seguida se abre.
—Mierda —susurra papá enterrando su cara en las manos.
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Idiota, te ganaré. (COMPLETA)
Teen FictionLos secretos que la familia de Rebecca Miller tanto intenta esconder se ven amenazados cuando ella y sus hermanos deben irse a vivir a España con sus tíos. Los secretos corren peligro, pero, ¿podrán guardarlos?