Capítulo 21

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Futuros planes:

—¿De dónde eres? —le pregunta mi padre a Arnau en español.

Mis padres no saben tanto como mis hermanos y yo, pero pueden defenderse con el español.

—De Cataluña —responde nervioso limpiándose con la servilleta. Mi padre asiente y lo mira fijamente.

—Nos ha llegado un correo del instituto —dice mi madre esta vez en inglés. La miro extrañada y sigue—. Tenéis una semana de vacaciones.

Jacob, Damien y yo nos miramos, y en seguida empezamos a chillar de alegría.

Cuando empiezo a hacer el baile de la mayonesa, las carcajadas de Arnau se hacen presentes.

Me vuelvo a sentar y después se lo traduzco.

—¡Genial! ¿Qué haremos en una semana? —pregunta Eli.

—Tenemos ideo —dice mi madre. A ella le cuesta mucho más hablar en español.

—Mamá, se dice tenemos una idea —la corrije Jacob.

—Podéis ir con vuestros amigos a la cabaña familiar —continúa mi padre y lo miro enarcando una ceja.

¿Cabaña familiar? Eso es nuevo.

—Cuando era pequeña, vuestros abuelos construyeron una cabaña para Evelyn y para mí. Ahora disfrutad tú —dice mamá despacio, esforzándose por hacer que se le entienda.

—Entonces, ¿podemos invitar a nuestros amigos allí? —pregunta Damien para asegurarse y puedo ver la satisfacción en su rostro cuando papá asiente.

—Haced hoy las maletas, mañana alquilaremos un mini-bus para que os lleve —nos avisa mamá y Elisa saca corriendo el móvil.

—Nosotros dos vamos a ver a Ashton, nos veremos a la hora de comer —comenta papá y se despide para después salir junto con mamá.

Observo a Elisa, que se pone triste al no poder ir a ver a su hermano, pero son ordenes de la tía Evelyn.

Le explico lo de la cabaña a Arnau y sonríe de oreja a oreja.

—Nosotros invitaremos a Adrián —dice Jacob recogiendo su taza.

—Obviamente, vendrá Richelle y su novio —asegura Elisa mirando concentrada la pantalla de su móvil.

—Arnau, tú también puedes venir —le digo y sonríe.

Minutos después vamos todos al salón y empezamos a ver una peli.

—Bueno, yo me tengo que ir ya. ¿Mañana a qué hora hay que estar aquí?  —dice Arnau levantándose del sofá.

—Luego te enviaré un mensaje conformándolo —le digo siguiéndole hasta la puerta.

—Pues hasta mañana, guapa —se acerca lentamente y deposita un beso en mis labios. Nuestras lenguas bailan y todo es perfecto. Sus labios son perfectos.

Cuando nos separamos, me guiña el ojo y empieza a caminar. Sonrío por última vez y entro en casa.

Subo directamente a mi habitación y me tumbo en la cama.

¿Qué somos Arnau y yo?

Él me gusta, y mucho. Y por lo que parece, yo también le gusto a él. Detesto no saber en que punto estamos, espero que estos cinco días juntos sirvan para saber qué haremos.

Cojo el móvil de la mesilla y veo dos llamadas perdidas de Richelle. Decido llamarla.

—Hola, Becca.

Idiota, te ganaré. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora