Idiota, te ganaré. (COMPLETA)

Capítulo 18 (parte uno)

La cita:

—¿Falta mucho? —pregunto por enésima vez.

—Que impaciente eres —dice Tyler poniendo los ojos en blanco.

—Bueno, es que estar tanto rato contigo en el coche no es muy agradable —bromeo.

Estamos Mackie, Tyler y yo en el coche para ir a ver a Ian. Elisa no ha podido venir porque ya había quedado. 

—¿No vais a llevar a Ian ningún día a casa?

—No, Becca. Si lo llevo a casa, correrá peligro, y ni loca hago eso.

Cuando por fin llegamos, aparcan delante de casa y nos dirigimos hacia Marcus y Loren.

—¡Hola! —dice Loren y nos da dos besos en las mejillas. Después de ella, Marcus hace lo mismo.

—¿Dónde está el pequeñajo? —pregunta Tyler.

—Acaba de pillar una rabieta por no poder ir hoy a clase. No entiende que los sábados no puede ir... Está en su habitación —le contesta Marcus. 

Mackie y Ty se miran y sin decir nada ambos van a ver a Ian.

—¿Becca, no? —me preguntan cuando me siento en el sofá.

—Sí —contesto un pelín incómoda. No es que no me caigan bien, pero no los conozco mucho y me resulta incómodo estar a solas con ellos en el salón.

—¿Tienes hambre? Nos ha sobrado un poco de pizza. Sonrío de oreja a oreja y digo que sí repetidas veces con la cabeza.

En medio del primer bocado mi móvil empieza a sonar.

—¿Hola? —pregunto sin mirar quién es.

[aquí empiezan a hablar en inglés]

—Hola, soy mamá —me sorprende escuchar su voz, no es que me llame muy seguido...

—¿Qué ocurre?

—Quería avisarte de que a tu padre y a mí nos han dado dos semanas libres. Así que iremos a España a veros —dejo el trozo de pizza que tengo en la mano a un lado del plato y me centro en la conversación.

—¿En serio?

—Sí, nos quedaremos en un hotel cercano.

—¿Cuando llegaréis?

—Tenemos el vuelo mañana. Después llamaré a Jack para ver si podrá venir a recogernos.

—Mamá, los tíos trabajan —le recuerdo.

—No pasa nada, cogeremos un taxi —por su tono de voz, deduzco que no le gusta mucho la idea.

—Mamá, debo colgar.

—Vale. Hasta mañana, Becca.

Una vez finalizada la llamada, aparece Ian por la puerta.

—Hola, Becca —extiende su mano y la choco en forma de saludo.

—¿Dónde está tu madre?

—Ahora viene —dice y coge el trozo de pizza que había dejado antes en el plato.

Segundos después llega Mackie acompañada por Ty.

Pasamos toda la tarde juntos jugando con Ian hasta que el cielo comienza a oscurecerse. 

—Becca, es tarde, debemos irnos. A parte, en unas horas llegará tu "amiguito" a cenar a casa. Tendrás que estar lista —comenta Mackie con una sonrisa traviesa a la vez que hace comillas en amiguito y ruedo los ojos.

Tanto Mackie como Ty se han convertido en personas muy importantes para mí. Así que sí, les cuento todo al igual que ellos me lo cuentan todo a mí.

(...)

—¿Vas a recibir a Arnau así? —pregunta Elisa abriendo mucho los ojos.

—¿Qué tiene de malo esto? —miro de nuevo mi vestimenta.

Llevo puesta una sudadera gris de Adam, mi hermano mayor, y unos vaqueros.

Ella rueda los ojos y coge de mi armario una camiseta blanca ajustada de manga francesa y una falda negra.

—Ponte eso, venga —rio por lo bajo pero le hago caso.

Arnau ✨
Hora: 20:30

Hola, Becca!! Me preguntaba que si podías venir a cenar conmigo (a solas)

Leo el mensaje varias veces, hasta que Eli me quita el móvil. Intento quitárselo, pero escribe algo rápidamente y luego me lo da.

—Toma —sonríe traviesa. Cojo el móvil y miro lo que ha escrito.

Yo
Hora: 20:33

Claro!!! A qué hora vienes a x mi? :p

—Serás... —murmuro, pero me detengo al ver que ha contestado.

Arnau ✨
Hora: 20:33

A las nueve estoy allí. ¿Te gusta la comida china?

Yo
Hora: 20:34

Me encanta :D

Arnau ✨
Hora: 20:34

Perfecto.

—¿Y si tus padres no me dejan?

—Becca, esta noche vas a disfrutar como que yo me llamo Elisa Brown. Te cubriré, tranquila —le doy un abrazo y empiezo a peinarme.

Opto por algo fácil y rápido; una trenza fina a cada lado de la cabeza, cogidas por detrás, y el resto del cabello suelto. Me pongo unos zapatos con poco tacón, me aseo y por último, me maquillo.

Arnau ✨
Hora: 21:02

Estoy fuera :)

—Eli, me tengo que ir ya.

—Perfecto, suerte con la cita.

—¡No es una cita!

—Oh, cielo, claro que lo es —afirma. 

Después de asegurarme de que nadie me ve, salgo de casa y lo encuentro parado frente a la puerta con su sonrisa tan característica. De esas que hacen que tu día se convierta en el mejor del mundo. Sí, eso puede llegar a transmitir su sonrisa, es impresionante.

Nos damos dos besos en las mejillas y me extiende la mano. Cuando mi piel toca la suya se me eriza el vello y nuestras miradas se encuentran.

¿¡Qué me está pasando?! Nunca suelo estar así.

Le pego un pequeño tirón de la mano para empezar a andar. Diez minutos después nos sentamos en la mesa asignada y pedimos nuestra comida.

—¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —pregunto para romper el hielo.

—Me gusta patinar sobre hielo. Es lo único que me apasiona desde los ocho años. ¿Y a ti?

—Solía cocinar con Emily, mi hermana mayor. Era algo que ambas teníamos en común; nos encantaba cocinar. Pasábamos horas y horas apuntando recetas y cocinando para toda la familia.

—¿Y ya no lo haces? —pregunta intrigado.

—Dejé la cocina bastante de lado cuando se fue a la universidad a estudiar. Ya me había acostumbrado a su presencia, y luego ya no era lo mismo.

—Vaya... ¿Hace mucho que no la ves?

—Bastante —hacemos una pausa cuando nos traen las bebidas —. ¿Dónde te sueles ir de vacaciones?

—Nunca suelen llevarme a ningún sitio. Si por mí fuera, me iría a visitar todos los lugares posibles del mundo.

—Tenemos bastantes cosas en común... —comento y ambos sonreímos.

Me encanta su sonrisa tan perfecta.

Yo, seguramente, habré sonreído como una tonta, pero ahora mismo me da igual.