Capítulo 33

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Corazón taladrado:

Miro todas mis redes sociales por más de una hora, hasta que me canso y decido despertar al dormilón.

Aunque la verdad, tengo unas vistas perfectas. Está tumbado sin camiseta y se le ve tan calmado...

Me pongo a horcajadas sobre él y empiezo a repartir pequeños besos por todo su abdomen.

—Mm... —dice y abre los ojos—. No me importa que despertaras así siempre —comenta y me coge la cara para darme un beso.

Pienso que va a ser asqueroso, porque no se ha lavado los dientes aún y el aliento... Pero no. Su manera de besar es espectacular.

Me quita la camiseta y quedan al descubierto mis pechos. Le doy otro beso y con una de sus manos toca mi pecho.

—Hey, chicos... —escucho a Damien cuando abre la puerta.

Me escondo lo más rápido que puedo debajo de las sábanas y Arnau lo fulmina con la mirada.

—¿Qué quieres? —pregunto borde.

—Papá y mamá ya se han ido. Pero no venía por eso, es que...

—Al grano, Damien. -digo incómoda.

—Elisa no deja de vomitar y está muy pálida. Debe ser por el embarazo.

Arnau abre mucho los ojos y me mira. Damien sale y cierra la puerta detrás de él.

—Cielo, siento no habértelo contado, pero no soy yo quien debía hacerlo —le digo mientras me pongo la camiseta.

—¿Te vas?

—Voy a ver a Elisa, en seguida vengo.

Me pongo unas zapatillas de andar por casa y voy a su habitación, pero no está. A lo mejor ha ido al baño... Me dirijo allí y toco un par de veces la puerta hasta que se abre dejando ver a mi prima.

—Estoy bien, pero he vomitado la cena de anoche y el desayuno.

—Uff...

—Tranquila, vuelve con Arnau. Sólo son unos vómitos.

(...)

Estamos en un Karaoke con la pandilla para divertirnos un poco.

—¿Quién va a cantar? —pregunta Rafa y nos mira a todos.

—Becca —responde Fran.

—Ni hablar —me niego rápidamente.

—No tienes elección —dice Richelle y me pasa el micro. Al tenerlo tan cerca hace un ruido ensordecedor, atrayendo a todos los del local.

Mierda.

Me dirijo despacio hasta la pantalla encima del escenario y elijo una canción.

Voy pasando hasta que veo una que me encanta; We are never ever getting back together.

Elisa coge otro micro y sube conmigo a cantar. Ambas le ponemos mucha emoción, y el poco público que tenemos empieza a motivarse.

Para cuando acabamos, estoy exhausta. La gente aplaude y nosotras sonreímos.

—¡Cómo mola! —dice Arnau en cuanto llegamos y me da una palmada en el trasero.

—¡Esas manos donde pueda verlas! —bromea Elisa y todos ríen.

POV ELISA:

Nos sentamos en una de las mesas y después de pedir unos refrescos, seguimos hablando de tonterías.

Desconecto de su conversación y dejo volar mis pensamientos.

Hasta que llega "él" .

Observo detenidamente a Chad, que entra agarrado de una chica con falta de tela en la ropa.

Ahora mismo, me siento como si me estuviesen taladrando el corazón.

Elisa, sabías como era Chad..., me digo a mí misma. 

Me levanto de la mesa con lágrimas en los ojos y camino lo más rápido que puedo fuera del local. Necesito que me dé el aire.

Noto como alguien me persigue, y estoy dispuesta a girarme y a decirle a Becca que necesito estar sola, pero la persona que tengo delante me deja sorprendida.

—¿Fran? —pregunto. De todas las personas que me esperaba, él era el último.

Y sí, soy tonta. Aún tenía la mínima esperanza de que fuera Chad y me pidiera perdón por todo el daño que me ha hecho. Qué ilusa...

—Elisa... ¿Estás bien? —pregunta nervioso y se mete las manos en los bolsillos de su pantalón.

Bajo la mirada y no contesto.

—Vámonos —dice y lo miro  frunciendo el ceño.

—¿Qué dices?

—Vayámonos a otro sitio, tú y yo, solos —pide despacio, con miedo a que lo rechace. Niego con la cabeza.

—Lo siento, pero eres el mejor amigo de Chad. Eres como él.

—No, Elisa. Te juro que no soy como él. Apenas nos hablamos, he intentado que deje de comportarse como un imbécil, como yo lo hacía hace unos meses. Pero es que...

—No, Fran. Aún no —lo interrumpo y entro en el karaoke.

Me siento otra vez en mi sitio y bebo un sorbo de mi Coca-Cola.

Es verdad que Fran no es el mismo que hace unos meses cuando llegó Becca, pero sigue siendo amigo de Chad, y eso me molesta. Sé que no le puedo prohibir con quien salir y con quien no, pero espero que cambie si quiere ir conmigo a algún sitio.

Así que Francisco, esmérate.

Idiota, te ganaré. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora