Capítulo 9

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Castigo cruel:

Al entrar por la puerta principal puedo apreciar las voces de Ashton, mis hermanos y Adrián.

Y cómo siempre, están jugando a videojuegos.

Iba a irme a la habitación con Eli, pero veo a Jack de brazos cruzados frente a nosotras.

—Tenemos que hablar seriamente, Becca. Vamos a mi despacho.

¿Qué? ¿Desde cuándo tiene despacho?

—Toma asiento —dice serio —. Becca, yo no sé cómo eras cuando vivías en Londres, pero aquí no puedes seguir comportándote así. Lo de las bromas puedo llegar a entender que es para divertirte un poco y tal, pero escaparse de casa con MI HIJA y el primer día meterse en problemas, eso ya no puedo entenderlo. Te hemos quitado el móvil por un mes, pero como vemos que no te afecta, tendrás otro tipo de castigo.

—¿Qué tipo de castigo? —pregunto temiendo por lo que me puedan hacer.

—Vas a tener que dar clases particulares.

—¡¿Qué!? —pregunto alterada.

—Lo que has escuchado. Y espero que tu comportamiento cambie, o tu tía y yo tendremos que imponerte castigos peores.

—Tiene que ser una broma.

—No es ninguna broma, cariño. Ahora sube arriba a hacer los deberes. Empezarás las clases particulares en unos días —dicho eso, subo.

Que día tengo... Por eso mismo odio los primeros días de clase. Bueno, el primero y todos los que haya.

Al entrar en mi habitación cierro la puerta detrás de mí. Dejo la mochila a un lado y me tumbo en la cama boca abajo.

¿Profesora de clases particulares? ¡Pero si no sé nada!

Podían haberme puesto otro castigo...

Escucho a alguien tocar la puerta.

—No tengo ganas de nada, así que persona que estés ahí, vete —digo con la cara pegada a la almohada. Lo único que se habrá escuchado es «hsnisyj».

—Becca, soy tu prima. Abre, por favor.

—¿Qué pasa? —digo abriendo la puerta.

—¿Qué te ha dicho? Cuéntamelo todo —dice dando vueltas en la silla giratoria.

—Pues que voy a dar clases particulares.

—¿¡Qué dices!? ¡Tiene que ser una broma!

—Yo dije lo mismo.

—Espera, espera. Entonces, ¿ahora estás castigada sin móvil, tienes que limpiar por una semana las aulas del instituto y ahora de profesora?

—Sí —digo bajando la cabeza.

—Vaya, eres una mala influencia para mí —bromea y nos reímos—. Por cierto, en cinco minutos vamos a comer, ¿bajas?

—Claro, podré estar molesta, pero ni loca me quedo sin comer —ambas bajamos a la cocina y ya están todos sentados en la mesa.

—Y bueno, ¿qué tal vuestro primer día de clase? —dice Jack mirando a los chicos.

—Lo normal —dice Ashton.

—Yo ya tengo un ligue —cometa orgulloso Adrián y mis hermanos ríen.

—¿Y a vosotras? Aparte de lo del director, claro —me mira mal y yo sonrío. Estoy acostumbrada a visitar al director en mi antiguo instituto, no voy a empezar a intimidarme ahora.

Idiota, te ganaré. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora