Capítulo 25

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Tensión:

POV ARNAU:

Veo como Fran y Rafa empiezan a correr con mi novia en brazos, y de no ser porque me llevarían a la cárcel, ya estarían muertos.

Arnau, deja de ser tan agresivo. No le están haciendo nada grave, me digo a mí mismo.

Cuando me doy cuenta de que se están acercando peligrosamente al lago, hecho a correr en su dirección. La tiran al lago y acelero hasta llegar a la orilla.

—¿Sois gilipollas? —les digo, mejor dicho, les grito.

—Tranquilo, tigre. Sólo es un poco de diversión, nada más —comenta Fran y en menos de dos segundos ya estoy encima de él pegándole.

—¡Chicos! ¡Chicos! —grita Ruth y centro mi atención en ella —. ¡Becca no sale!

Nada más oír esas tres palabras me quieto la camiseta y los zapatos en menos que canta un gallo y me lanzo al lago.

La busco desesperadamente hasta que la veo cayendo hacia el fondo.

Buceo lo más rápido que mis piernas me lo permiten, y a medida que me voy acercando, el pulso se me va acelerando.

Por favor, que no le pase nada malo.

La cojo de un brazo y la atraigo hacia mí. La agarro de la cintura y buceo hasta la superficie.

—¡Allí! ¡La tiene! —grita alguien en cuanto saco nuestras cabezas del agua.

—¡Dámela! —me dice Jacob cogiendo a Becca y sacándola del lago.

Lo sigo y una vez fuera, la tumba.

—Hay que hacerle el boca a boca —avisa desesperada Richelle.

—Dejadme a mí —dice Adrián haciéndose paso hasta llegar a su lado. Me aparta un poco para colocarse y empieza a hacerle el boca a boca.

—Tres, cuatro, cinco... —escucho que susurra mientras aprieta en su pecho.

Sus voces se van desvaneciendo y solo se me pasa por la mente mi vida hecha una mierda sin ella. Cierro los ojos y le cojo la mano mientras dejo caer las lágrimas que he estado reteniendo. Pronto, las lágrimas se convierten en sollozos.

Adrián sigue intentándolo, y cuando estoy dispuesto a tirar todo por la borda, Becca empieza a escupir el agua que ha tragado.

Me lleno de satisfacción y la abrazo más fuerte que nunca.

He estado a punto de perderla... A ella, la mujer de mi vida.

—Te quiero, te quiero, te quiero —le repito una y otra vez.

—Yo también —dice, a pesar de que está en shock. La cojo en brazos y la entro en la cabaña, ignorando a los demás.

La tumbo en su cama y la tapo.

—Becca... —le susurro, aunque no sé que decir.

—Estoy empapada, debo cambiarme —dice sin mirarme.

Cojo su mochila y saco unos pantalones de chándal.

—Toma —le digo y le ofrezco una sudadera mía, junto con sus pantalones.

Sin decir ni una palabra se cambia despacio y siento una punzada en el corazón.

—Becca, háblame, por favor. Necesito escuchar tu voz —le ruego y la cojo de las manos.

—He estado a punto de morir, Arnau. ¿Qué coño quieres qué te diga? —dice llorando.

—Le he dado una maldita paliza a Fran cuando te ha tirado al lago, y cuando vi que no salías corrí a por ti. ¡Creí que no volvería a verte, joder! —digo cabreado, pero no con ella.

—Necesito pensar —comenta y se deshace de mi agarre.

—¿Pensar? ¿En qué narices quieres pensar? ¡Estás viva! —le digo y me paso la mano por el pelo frustrado.

—Vete. Quiero estar sola.

—No pued... —empiezo a decir, pero me interrumpe.

—Arnau, no sabes lo mucho que te agradezco que me salvaras. Te quiero muchísimo, en serio, pero ahora necesito estar un rato sola.¿De acuerdo? ¿Podrás dejarme un ratito sola? —dice y le da un pequeño beso a mis nudillos maltratados a causa de los puñetazos que le he dado a Fran.

Asiento y salgo despacio de la habitación. Antes de marcharme, le dirijo una última mirada y la veo mirando fijamente por la ventana. Cierro la puerta y me seco las lágrimas.

Salgo fuera enfurecido y todos se acercan a hacerme preguntas sobre como está.

—Tenéis suerte de seguir con vida —empiezo a caminar hacia Fran y Rafa—. Cómo le hubiese pasado algo, ahora mismo estaría bailando sobre vuestra tumba.

—Oye, tío, Arnau. Te juro que no pretendíamos nada de esto. Solo queríamos hacer una pequeña gracia, pero se nos ha ido de las manos —dice Rafa arrepentido.

—¡Y tanto que se os ha ido de las manos!

-Te prometemos que lo sentimos mucho. En cuanto venga Becca se lo explicaremos todo. Haremos lo que ella quiera —dice Fran rápidamente y lo fulmino con la mirada.

—Eso no va a pasar. No quiero que os volváis a acercar a ella —digo serio y Fran me mira desafiante.

—¿O qué? -dice y da un paso hacia mí.

—Mira tío, estás enfermo. No voy a volver a pelear contigo. Casi matas a una persona, ¿y tu manera de arreglarlo es hacer lo que ella quiera? Me temo que eres más imbécil de lo que pensaba —le digo y doy un paso hacia detrás.

—Arnau, estoy segura de que no pretendían que esto ocurriera. Deberías dejar que Becca decida si vuelve o no a acercarse a ellos —dice Richelle segura.

—¿¡Podéis dejar de ser tan idiotas por un momento?! ¡Dejad de decidir cosas por mi hermana! Todos somos culpables de lo que ha ocurrido, así que en vez de poneros a discutir como estúpidos, id a hablar con Becca y arregladlo todo, antes de que sea tarde —dice Damien cabreado y entra en la cabaña, seguido de Jacob.

—Tiene razón —Elisa baja la mirada hacia sus manos.

—Deberíais ir y disculparos —les aconseja Chad. Fran entra sin mediar palabra, y Rafa no tarda en hacer lo mismo.

Espero que Becca haga lo correcto, por su bien.

Idiota, te ganaré. (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora