El hospital:
—¿Familia de Ashton Brown? —dice el doctor e instintivamente todos nos levantamos.
—¿Cómo está mi hijo? —pregunta la tía Evelyn desesperada por saber algo de él.
—Está bastante lesionado, pero al fin y al cabo ha tenido bastante suerte. En unas semanas estará como nuevo.
—¿Evelyn Miller? —pregunta un agente de policía acercándose.
—Soy yo —dice la tía enjaguándose las lágrimas.
—Debe acompañarme a comisaría. Usted es la única que ahora mismo puede hablar sobre lo sucedido, necesitamos que testifique —el agente la coge del brazo suavemente y se la lleva.
—¿Podemos entrar a verlo?
—Sí, pero me temo que únicamente podrá entrar una persona, ya que el paciente está débil y necesita descansar para poder recuperarse.
Jacob, Damien, Elisa y yo nos miramos, pero todos sabemos quién es la persona que debe entrar.
POV ELISA:
Al entrar en la habitación veo a mi hermana tumbado con varias vendas en su abdomen y tubos finos en sus brazos. Corro hasta estar a su lado y lo abrazo como puedo sin hacerle daño.
—Has venido...—susurra.
—¡Claro que he venido! Dime lo que ha pasado con exactitud, por favor, hermano —le pido. Él suspira y cierra los ojos por unos segundos.
—Estaba en el baño peinándome para salir con mi novia, y empecé a escuchar gritos de mamá y papá —la última palabra la dice con asco—. Así que bajé para ver que ocurría. Cuando llegué al salón, Jack se enfureció más, y comenzó a amenazar a mamá. Empezó a decirle que era una asquerosa madre, que debería abandonarnos, que somos unos...
—Hermano, sáltate esas palabras —le pido y lo agarro de la mano. Él asiente.
—De pronto se calló, y pensé que se había calmado, que simplemente se había puesto histérico pero que ya estaba mejor. Que equivocado estaba... Levantó la vista y fue directo a pegarle una bofetada a mamá, pero me interpuse en su camino. Intenté que se calmara, que entrara en razón. De nada sirvieron mis palabras, ya que sin dudarlo me golpeó, tumbándome en el suelo. —me tapo la boca horrorizada, pero no lo interrumpo —. Se puso encima de mí, y empezó a golpearme más, una y otra y otra vez. Luego perdí el conocimiento —cuando termina de hablar, siento como la rabia recorre mis venas.
—Ashton, perdóname. Perdóname por no haber llegado a tiempo para ayudarte.
—No importa, Elisa. ¿Sabes que fue lo que más me impresionó de aquello? —pregunta sin mirarme y niego con la cabeza, supongo que por el silencio habrá interpretado que la respuesta es un no—. Fue su mirada. No reconocía la forma en la que esos ojos marrones me miraban mientras me golpeaba.
—Ahora no pienses en eso, hermano. Descansa —le doy un beso en los nudillos y veo como poco a poco va cerrando sus ojos, hasta que finalmente se queda dormido.
Lo observo durante unos diez minutos, hasta que el doctor dice que debo abandonar la habitación.
—¿Cómo está? —pregunta Damien en cuanto llego junto a ellos.
—Bien. Es fuerte.
—Tu madre nos ha dejado un mensaje. Dice que tiene que quedarse un buen rato en comisaría, que cojamos un taxi y vayamos a casa —dice Becca y saca la cartera para ver si tiene dinero —.Decidme que alguno tiene dinero —dice abriendo mucho los ojos.
Miro en mi billetera, pero lo único que encuentro es un papel de hace unas semanas que dice que le pida dinero a mamá.
—Becca, eres la única que tiene móvil, así que llama a Mackie.
—¿Quién es Mackie? —preguntan los gemelos al unísono. Becca y yo reímos suavemente al mirarnos.
—Es una amiga —comenta.
POV BECCA:
Ya estamos en casa, y por supuesto, hemos invitado a Mackie a entrar para tomar algo.
—La noticia ya está en todas las redes —comenta Damien enseñándome su móvil donde sale en pantallazo una foto de Jack.
—¿Puedo verlo? —pregunta Mackie y mi hermano se lo enseña. Inmediatamente abre los ojos como platos y es cuestión de segundos que su cara se torne blanca.
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Idiota, te ganaré. (COMPLETA)
Teen FictionLos secretos que la familia de Rebecca Miller tanto intenta esconder se ven amenazados cuando ella y sus hermanos deben irse a vivir a España con sus tíos. Los secretos corren peligro, pero, ¿podrán guardarlos?