Explicaciones:
Ian vuelve hacia mí y me da la mano.
—No hay de que preocuparse —intento tranquilizarlo, pero se altera más y se acerca hasta tal punto en el que chocan nuestros alientos.
—¿Sabes la clase de cosas asquerosas qué me ha dicho sobre lo que estábais haciendo? —me pregunta susurrando, para que Ian no lo escuche. Cuando termina de hablar vuelve a alejarse y lo miro perpleja.
—Becca —me llama Ian y agacho un poco la cabeza para poder mirarlo—. ¿Porqué tu hermano está enfadado?
—Por nada, chiquitín.
—No me mientas. Está enfadado porque él también quiere una piruleta. ¡Becca, cómpranos una piruleta a los dos! —empieza a dar saltitos y río.
—¿Te vienes? —le pregunto a Fran y se encoje de hombros.
—No tengo nada mejor que hacer, así que...¿Por qué no?
Empezamos a caminar, y como le he prometido, le compro una piruleta a Ian. Cuando llegamos a mi casa, Fran nos para.
—Tengo la moto a un par de calles, ya nos veremos, Becca —se despide y le doy un pequeño abrazo.
—Claro —comento y sonrío.
—Y bueno, chaval, cuando nos volvamos a ver seguiremos jugando a los cawboys.
—¡Sí! —dice Ian contento y después de que se lance encima de mi hermanastro, éste se va.
(...)
—Becca, eres la mejor amiga del mundo —me asegura Ian cuando acabamos de ver una peli en el salón.
—Gracias, chiquitín. Tú también —le sonrío y él hace lo mismo, mostrando la fata de uno de sus dientes de leche.
—¡Se te ha caído un diente! —exclamo contenta.
—Se me cayó el otro día. Mamá dice que me estoy haciendo grande.
—Ni que lo digas...
***
Antes que nada, siento que este capítulo sea tan cortito, pero prefería eso antes que dejaros sin un capítulo.
Me pasaba por aquí para avisaros de que sólo falta un capítulo para que la novela llegue a su fin. (Sin contar el prólogo)
Sin nada más que decir, me despido. Sus quiero, queridos lectores.
Byyee :v
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Idiota, te ganaré. (COMPLETA)
Teen FictionLos secretos que la familia de Rebecca Miller tanto intenta esconder se ven amenazados cuando ella y sus hermanos deben irse a vivir a España con sus tíos. Los secretos corren peligro, pero, ¿podrán guardarlos?