Londres, INGLATERRA - Enero 2041 (Traducción del inglés)

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El primer ministro inglés, llamado Josh Clinton, era un hombre blanco, rubio y con el cabello prolijamente peinado. Se llevó su gran taza de té a la boca y se recostó en el sillón individual en el que estaba sentado.

—Wellington cree que los rusos han hecho esta vacuna adrede, que no ha sido accidental —dijo.

—Sí, eso lo cree mucha gente. Y me incluyo —contestó el hombre que estaba sentado en otro sillón individual, frente al del primer ministro.

—El SIS está tratando de infiltrarse en las redes rusas, incluso hemos enviado a varios espías a que entren en su territorio, pero ya sabes tú cómo es Rusia.

—Sí... complicado.

—Las agencias de inteligencia de ciertos países europeos colaborarán con el SIS —dijo el señor Clinton—. Wellington me ha hecho saber también otras... intrigas que tiene.

—¿Qué otras? —interrogó el otro hombre.

—Considera la posibilidad de que Rusia se haya aliado con otros países, como China, para crear este nuevo virus. El hantavirus es originario del lejano oriente, según lo que sé, de Corea o China o algún lugar así. Y Wellington también está al tanto de eso. Entonces tal vez allí produjeron esta... mutación, aunque Rusia... Bah, necesito pensar un poco.

—¿Pero qué ganarían con crear una nueva enfermedad?

El señor Clinton se encogió de hombros.

—Fastidiarnos —dijo, lo que resultó algo gracioso para el otro hombre.

—Bueno, estoy seguro de que el MI6, junto a los otros servicios de inteligencia lograrán hacer un gran trabajo. Occidente siempre ha sido mejor que Oriente.

—Ah, ¡de eso no cabe duda! Si se piensan que nos van a afectar negativamente en algún aspecto con este nuevo... bicho, ¡pues se equivocan! —dijo el primer ministro inglés—. Y cuando todo esto termine, me encargaré de que los juicios que se llevan a cabo contra Rusia sean totalmente eficaces, que ese loco quede tras las rejas de por vida, o mejor, que sea ejecutado.

El otro hombre movía afirmativamente su cabeza.

—Sí, me parece una buena idea —dijo.

—Si este... bicho fue creado en algún laboratorio o algo así, debe haber algún científico que se arrepienta, que haya sido amenazado o algo por el estilo. En fin, que quiera confesar la verdad. Hace veinte años ocurrió eso con el COVID-19 en China. Pero el tirano mandó matar a casi todos. Esto... Bueno, necesito pensar un poco —repitió el señor Clinton.

—Sí, ya veo. Y no dejes de tener en cuenta que los casos se están expandiendo a alta velocidad en Inglaterra. Necesitamos tomar...

—Sí, lo sé. También tengo que pensar en eso. ¡Dios mío, qué estresante es todo esto! Se me acabó el té, ¿dónde dejé la tetera?

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