La pantalla gigante bajó de pronto; el vicepresidente chileno, Sebastián Morticelli, tuvo que hacerse a un lado para que no le sacara la cabeza. La bandera argentina ocupaba toda la pantalla, y unas luces rojas indicaban que se trataba de un...
—¡Comunicado de urgencia! —exclamó el presidente, Santiago Aricunda, que estaba sentado en su cómodo sillón presidencial.
—Sí, de Argentina... ¿Pasó algo?
—No lo sé... Sisox, ábrelo.
En la pantalla gigante desapareció la bandera argentina y en su lugar Sisox mostró un documento oficial emitido por la Casa de Gobierno de la República Argentina. El sello nacional del país trasandino estaba en el extremo superior derecho. Tanto el presidente como el vicepresidente chilenos fruncieron el ceño al leer el título, que en letras mayúsculas anunciaba: "LA REPÚBLICA ARGENTINA ESTÁ EN GUERRA".
—Pero... ¿qué es esto? —dijo Aricunda. Su vice no contestó; estaba entretenido leyendo.
Este es un comunicado para los países integrantes del Mercosur, y para Chile. El primer magistrado de la República Argentina informa que la Nación, desde este momento, se encuentra en guerra con la República Federativa del Brasil. El motivo se origina en la producción, por parte del Estado brasilero, de la misma vacuna que se está produciendo en la Argentina, sin consentimiento del gobierno argentino, y haciendo pasar las dosis producidas como originales del Brasil.
El objetivo de este documento es solicitar la neutralidad de los Estados receptores. En caso contrario, si no se alinean a la Argentina, se verán sujetos a un serio conflicto diplomático que afectará los intercambios comerciales y la compraventa de vacunas contra el HANTA-40.
Cordiales saludos,
El presidente de la Nación Argentina
—¿Pero qué demonios...? ¿Esto es en serio? —se preguntó el presidente chileno—. ¿Argentina y Brasil, en guerra?
—Eso parece... Y todo tan inesperado... —dijo el vicepresidente.
—¿Brasil en serio está produciendo la vacuna argentina?
—Y parece que sin autorización...
—Ay, por Dios... No puedo creerlo —Aricunda se llevó una mano a la cabeza.
—Y básicamente Martini nos está diciendo que, o nos mantenemos neutrales, o no nos vende vacunas —Morticelli reprimió una risita.
—Sí, ya me doy cuenta... No sé quién cuerno se cree que es para venir a amenazarnos así.
—¿Lo tomas como una amenaza?
—¿Y a ti qué te parece que es este comunicado?
El vicepresidente le echó un vistazo a la pantalla gigante, que seguía mostrando el documento oficial.
—Bueno... ¿y qué piensas hacer? —interrogó—. Yo creo que lo más sensato es... mantener la neutralidad. No estoy de acuerdo en absoluto con que Brasil produzca una vacuna que no es suya; ese hombre está loco... Pero por supuesto, no podemos ponernos en contra a ese país. Y tampoco a la Argentina; no tendría sentido, además, alinearnos al Brasil.
—No, ya lo sé —contestó el presidente chileno—. Lo más sensato, sí, sería mantener la neutralidad. Sin embargo, con este comunicado ese Martini me ha dado ganas de apoyar a Brasil.
—¡Santiago, ¿qué estás diciendo?! Por favor, piensa bien las cosas... No nos conviene tener en contra a la Argentina, más ahora que está produciendo la vacuna que, eventualmente, necesitaremos.
Aricunda hizo una mueca y soltó un suspiro.
—¿Y qué harán los demás países? ¿Se mantendrán neutrales también?
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2041
Science FictionA fines de 2040, una nueva variante de un virus ya existente comienza a expandirse por todo el mundo, desde Rusia. Las agencias de investigación de las potencias de Occidente buscan desentrañar la verdad y aplicar represalias. Mientras tanto, una ab...