Wingardium Leviosa [Romione]

¡Esa es mi novia, estúpido!

Portavoz: Hermione.

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve...

Una hora después...

Setecientos seis, setecientos siete, setecientos ocho...

Media hora después...

Mil uno, mil dos, mil tres, mil cuatro, mil cinco, mil seis, mil...

Un estrépito.

Me di vuelta.

Ron acababa de bajar, en la escoba.

Abrí la ventana para que pudiera entrar a mi cuarto. Luego cerré.

Con alivio, corrí hacia él y le eché los brazos al cuello.

-¡Gracias a todos los cielos!

-Estoy bien, estoy bien. Tranquila.

Miró a su alrededor.

-Aunque no entiendo por qué me hiciste venir a este lugar a buscarte. Podría haberte recogido en tu casa.

Contuve un sollozo.

-No puedo. Ya no es más mi casa.

Ron me miró.

Se acercó a mi cama y tomó mi mano para obligarme a sentarme junto a él.

-¿Peleaste con tus padres?

-Ojalá hubiese sido eso.

Le expliqué lo que había hecho.

-Y pues como para ellos no existo...

Me eché a llorar sin poder evitarlo.

Ron no sabía muy bien qué hacer, pero me rodeó con sus brazos y palmeó suavemente mi espalda.

-Calma... Cuando todo esto acabe volverás con ellos...

-Ni siquiera sabemos si esto va a acabar... O si moriremos... O si...

-Shhh. No digas esas cosas. Estaremos bien. No desconfíes así de nuestros poderes.

-Pero...

-Escucha, estaremos bien.

Sonrió.

-Y si no, no importa. Si la pasamos mal podemos encerrarnos en cualquier parte, lejos de Harry, y desnudarnos y hacer que valga la pena.

Me sonrojé.

Ron rió.

-Era una broma.

-Oh.

Solté una débil risa.

-Vamos, Herms, no podemos comenzar diciendo que estará todo mal. Así por supuesto que no nos saldrá nada bien.

Suspiré y me eché sobre la cama.

-Pero es que... ¿Y si no veo a mis padres otra vez?

Ron me miró y se acostó a mi lado.

-¿Quieres volver a verlos?

-Por supuesto.

-Entonces volverás a verlos.-Dijo con firmeza.-Yo me ocuparé de ello. Aunque tenga que llevarte a Australia yo mismo.

Cerré los ojos mientras suspiraba, por eso me sorprendió mucho sentir que los labios de Ron tocaban mi frente en un beso inseguro.

-Estaremos bien.-Sonrió.

Me abrazó contra sí.

-Estaremos bien.

Aunque parecía que más bien intentaba convencerse a sí mismo.