Wingardium Leviosa [Romione]

Un vistazo al futuro

-¡Ronald!

Hermione estaba enfurecida.

-¿Tú entraste a mi carpa?-Preguntó.

Ron suspiró, pero sonrió.

-Tal vez. Me encantó tu ropa interior, por cierto.

-Si serás estúpido. ¿Qué te crees? ¿Que por haber regresado eres el único que tiene derecho a hacer lo que quiera?

-Hermione, tranquilízate...

-¡No me digas que me tranquilice! ¡Desapareció, entiéndelo!

Ron ladeó la cabeza.

-¿Qué cosa?

-¡El giratiempo!

El pelirrojo sonrió y sacó algo de sus bolsillos.

-¿Hablas de este?-Preguntó con una risita socarrona.

El rostro de Hermione se tiñó de rojo.

-¡Eres un estúpido! ¡Devuélveme eso!

-No. Últimamente lo único que haces es usar esto para quién sabe qué. Te encierras por horas y horas en tu carpa y no nos hablas cuando sales. Además, has comenzado a ignorarme y quiero saber por qué.

Ella intentó arrebatarle el giratiempo, pero él fue más rápido y lo dejó fuera de su alcance.

Hermione, furiosa, entró a su carpa.

-¡Voy a buscar mi varita y ya verás lo que es bueno, Ronald!

Ron la siguió riendo.

-No soy tan tonto. También tengo tu varita.

-Eres un increíble...

Él sonrió y se pegó a su rostro. Estaban a escasos centímetros de distancia.

-¿Un increíble qué?

-¡Un increíble estúpido!

Ron se estaba divirtiendo muchísimo. Había extrañado pelear con su amiga.

-¿Algo más para agregar?-Preguntó con indiferencia.

-¡Ni siquiera me estás escuchando!

-Claro que sí. Ahora dime qué has estado haciendo.

-No te importa.

-Claro que sí. Sí que me importa.

-Si ni siquiera te preocupas por mí.

-Oh, princesa. Te equivocas en eso. Lo único que hago es preocuparme por ti.-Repuso él.

Hermione no se dejó intimidar, aunque se sonrojó un poco.

-¿Ahora resulta que te importo? ¿Después de cómo nos dejaste?

Ron le acarició una mejilla. Hermione apartó su mano.

-Volví.

-Tarde. Me humillé frente a ti. Te rogué que volvieras. Que no nos dejaras. ¡Y te dio igual!

-Estaba bajo la influencia del relicario y...

-No te sirve de excusa. Todo esto es porque eres un cobarde, siempre lo has sido.

-Ya basta. Estás exagerando. No soy un cobarde.

-¿Entonces por qué no puedes ser sincero?

-¿Sobre qué?

-¡Sobre lo que sientes por mí!

Hermione se calló de golpe.

Ron suspiró.