Visita bien recibida

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Portavoz: Hermione.

-No puedo creerlo.

Ay, no. No otra vez...

-Pero si es la dulce gatita.-Dijo Lavender con desprecio.

Fruncí la nariz con desagrado.

-Oh... ¿Qué haces aquí? ¿Perdiste tu cola de gato?

-Lavender, eres muy graciosa, en serio.-Respondí.

-Vaya, vaya. El sarcasmo no funciona conmigo, cariño.

No mates a Lavender. Puedes acabar en Azkaban. Además aún tienes que soportarla cinco años.

-Ya vete, ¿quieres?-Dije.-Estoy tratando de estudiar.

-¿Con esto?

Lavender me quitó el pergamino que tenía los apuntes.

-¡Devuélveme eso!-Dije tratando de quitárselo.

-No lo creo.

Lo tomó y lo rompió en ocho millones de pedazos.

-¡Oye! ¡Estuve tomando apuntes toda la tarde!-Me quejé.

-Qué pena, tendrás que hacerlos otra vez.

Fruncí el ceño y me agaché a recoger los trozos de pergamino.

Lavender reía a carcajadas.

Por Merlín, no podía odiarla tanto...

-Lavender, deja inmediatamente esa varita sobre el escritorio, no te pertenece.-Escuché.

Miré hacia la idiota. Tenía mi varita en la mano y miraba a quien había hablado...

Me sonrojé al ver que se trataba de Ron... Ron me estaba defendiendo.

Lavender frunció el ceño y dejó la varita sobre la mesa.

Ron frunció el ceño también.

-Ahora escucha bien. Vas a dejar de molestar a Hermione y vas a pedirle disculpas.-Dijo Ron con firmeza.-O iré a preguntarle a McGonagall si tu comportamiento con Hermione está contemplado en el reglamento.

Me sonrojé un poco más. ¿Por qué Ron me defendía?

Lavender se acobardó un poco.

-Lamento haberte molestado, Hermione.-Dijo con voz chillona y pronunciando con desprecio cada palabra.-No lo haré más.

Se acercó al escritorio donde estaban mis libros, tiró "accidentalmente" varios al suelo y se fue al cuarto.

Suspiré y me incliné a recoger mis libros.

-Te ayudo.

Ron se agachó a mi lado y comenzó a juntar mis cosas y apilarlas.

Levanté la vista. Estaba a pocos centímetros de su rostro.

-Gracias por defenderme...-Murmuré sonrojada.

Ron sonrió.

-No hay de qué.

Estiró una mano y me acomodó un mechón de cabello suelto detrás de la oreja.

Me sonrojé aún más.

Ron miró los pedazos de papel y los apuntó con su varita.

Reparo!

Enseguida el pergamino volvió a unirse.

Estiré mi mano para tomarlo... Sin darme cuenta que la mano de Ron también estaba allí...

Nuestras manos se tocaron.

Wingardium Leviosa [Romione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora