Wingardium Leviosa [Romione]

Escape (Continuación de "Horrible espera")

-¡Malfoy! ¡Malfoy! ¡MALFOOOOOOOOOY!

Malfoy se acercó a la celda de Ron.

-¿Qué quieres, comadreja?

Ron se había propuesto hartar al hurón hasta que lo sacara de allí para llevarlo a otra parte, y así poder escapar.

-Tengo hambre.

-Comiste hace cinco minutos.

-Aún tengo hambre.

-Pues espera hasta mañana para comer.

Ron esperó a que Malfoy se fuera y comenzó otra vez.

-¡Malfoy! ¡Malfoy! ¡MALFOOOOOOY!

Draco apareció echando humo por las orejas.

-¡¿QUÉ?!

-Toc, toc.

-¿Qué?

-Tienes que preguntar quién es.

-¿Quién es?-Dijo Malfoy, harto de Ron y deseando irse de allí.

-Tonto.

-¿Tonto quién?

-Tú, grandísimo imbécil, déjame salir.

Malfoy frunció el ceño y se alejó de la celda.

-Oye, Malfoy, ¿conoces el chiste del camello?

Draco volteó, furioso.

-No.

-Pues te jorobas.

Ron contuvo una carcajada. Le encantaba saber que Malfoy quería matarlo y no podía porque necesitaba información.

El ex mortífago ignoró a su prisionero y se fue por el pasillo.

-¡Malfoy! ¡Malfoy! ¡MALFOOOOOOOY!

Draco se acercó a la celda, furioso.

-¿Qué?

-Quería ver si aún te llamas Malfoy o si te cambiaste el nombre a "hurón idiota". Sólo curiosidad.

-Conque te crees muy gracioso. A ver si cuando tu dulce esposa esté aquí...-Malfoy dijo "dulce esposa" con mucho asco.-...Y esté rogando por piedad a la maldición cruciatus... A ver cómo te ríes de eso.

Ron palideció.

-No te metas con Hermione.

-Es por ella que estás aquí.

-No. Es por tu estupidez que estoy aquí. Deberías aprender que es de mala educación encerrar a los que tú aseguras que no les harás daño.

-Potter confió en mí por su propia voluntad, yo jamás le prometí nada.

Ron se puso de pie y se acercó a la puerta de la celda como pudo, sin importarle sus muñecas adoloridas, para poder ver a Malfoy a la cara.

-¿Sabes algo? No sé Hermione, pero yo jamás confié y nunca voy a confiar en ti. Y en cuanto salga de esta celda, si te atreves a tocar un solo cabello de mi esposa me aseguraré de que lo lamentes por el resto de tu sucia vida de rata, ¿me oyes?

Malfoy se acobardó un poco.

-No te hagas el valiente, estás encerrado.

Ron sonrió.

-No por mucho.

Malfoy no respondió nada y comenzó a alejarse de su rehén.

-Es una lástima que sigas siendo tan cobarde como en Hogwarts, ¿sabes? Podrías haber cambiado con los años.