Wingardium Leviosa [Romione]

Profundamente enamorado

Portavoz: Ron.

Deseé profundamente regresar a casa.

Sollocé.

Harry y yo estábamos en medio de una misión de aurores.

¿Dónde?

Pues en un calabozo, nada más ni nada menos.

Puaj.

Estábamos firmemente amarrados con cadenas a la pared. Por supuesto, sin varitas.

Suspiré.

Harry estaba en la celda contigua, no en la mía. Pero de todas formas escuché su voz.

-¿Cómo vamos a salir de aquí?

-No tengo idea.-Dije.

-Pero no podemos rendirnos.

-No.

-Necesito volver a casa... Ginny me espera... Y James también...

La voz de Harry se quebró un poco.

-Oye, amigo, calma. Saldremos de aquí y podrás ver a mi hermana y a mi sobrino.

Suspiró.

-¿Qué hay de ti?

-¿De mí?

-¿No echas de menos a Hermione?

-Por favor ni la menciones, cada vez que lo haces mi corazón se estruja aún más.-Dije con sinceridad.-La extraño muchísimo.

Llevábamos tres días desaparecidos. A esas alturas, deberían haber emprendido la búsqueda, pero nadie había llegado a rescatarnos.

Harry suspiró.

-¿Cómo fue que acabamos aquí?

-No lo sé. Creo que separarnos de los demás fue un tremendo error que jamás debimos haber cometido.

-Lo sé. Pero al menos tienen una pista sobre a quién buscar.

Yo no quise decir nada, pero me parecía que Harry estaba siendo demasiado optimista.

Nos habían encerrado allí, sin herirnos, y no nos había visitado nada desde entonces. Ni siquiera una hormiga.

En caso de poder salir, teníamos que recuperar nuestras varitas y comer algo antes de regresar a nuestros hogares... Eso si lográbamos salir de allí.

Suspiré. Cerré los ojos y pensé en Hermione.

Nos habíamos casado hacía poquísimo tiempo...

Miré mi mano. Tenía el anillo de bodas. Era lo único que me impedía perder la esperanza del todo.

Logré quitármelo y leer la inscripción de adentro.

"Te amo, Ron. Hermione."

Suspiré.

Una lágrima se cayó por mi mejilla. Y luego otra. Y otra.

Normalmente habría enjugado mis lágrimas, pero no tenía fuerzas. Quería dejar salir mi dolor.

Echaba tanto de menos a mi esposa...

A ese paso íbamos a morir enseguida. Harry de desesperación y yo de nostalgia.

Cerré los ojos.

Más lágrimas cayeron.

-Ron... Creo que hay algo que... Que debes saber.

-¿Qué ocurre?-Pregunté intentando que no me temblara la voz.

-Hermione me contó, cuando fuimos al doctor por el segundo embarazo de Ginny, que...